Este es considerado el pueblo más frío de toda España en verano
Este fenómeno climático es resultado de la combinación de su elevada altitud y su ubicación geográfica.
En el corazón de la península ibérica, existe un rincón donde el verano se viste de invierno. Griegos, un municipio turolense situado en la Sierra de Albarracín, se ha ganado el título del pueblo más frío de España durante los meses estivales. A una altitud de 1601 metros sobre el nivel del mar, sus habitantes experimentan un clima que desafía las expectativas de la estación más cálida del año.
Lejos de las sofocantes temperaturas que azotan a la mayoría del país, Griegos ofrece un refugio inusual con termómetros que rara vez superan los 30 °C incluso en julio y agosto. Es más, no es extraño que en pleno verano, los residentes y visitantes se sorprendan con temperaturas que descienden por debajo de los 0 °C.
Este fenómeno climático es resultado de la combinación de su elevada altitud y su ubicación geográfica, que favorece la libre ventilación, especialmente del viento norte. Los inviernos son extremadamente fríos y largos, con temperaturas que pueden caer por debajo de los -15 °C, mientras que los veranos se presentan frescos y cortos2.
La singularidad de Griegos no se limita a su clima. Rodeado de frondosos bosques de pino silvestre y praderas de alta montaña, el municipio es un paraíso natural que alberga una rica biodiversidad. La fauna es abundante, con una notable presencia de mariposas y especies cinegéticas, y la flora, aunque limitada por el frío, destaca por su variedad de hongos y setas, especialmente en otoño.
El patrimonio histórico de Griegos también merece atención. La iglesia de San Pedro, la ermita de San Roque y el Pairón de San Antonio Abad son testigos de la historia que ha transcurrido en este lugar. Además, los restos celtíberos como la necrópolis de “El Cuarto”, el torreón “El Castillejo” y el hábitat de “El Montón de Tierra” añaden un valor arqueológico incalculable.
En términos de servicios, Griegos se esfuerza por mantener la calidad de vida de sus ciudadanos. A pesar de las dificultades inherentes a los núcleos rurales, el municipio cuenta con una panadería, un hostal, casas de turismo rural y un bar-restaurante. Incluso mantiene un colegio público, que ha logrado sobrevivir con un número reducido de alumnos, pero que ha visto un incremento gracias a iniciativas municipales.
El turismo en Griegos está en auge, beneficiándose de la descentralización del turismo de la sierra. Las pistas de esquí de fondo, los senderos de PR y GR, y la oferta hostelera son solo algunas de las alternativas que atraen a los visitantes. Buscan escapar del estrés urbano y disfrutar de actividades como el senderismo, el esquí de fondo, las raquetas de nieve o la bicicleta de montaña.
Griegos es, sin duda, un destino que invita a la reflexión sobre la diversidad climática de España y la riqueza que reside en sus pequeños municipios. Un lugar donde el verano se vive diferente, y donde el frío se convierte en un atractivo más para aquellos que buscan experiencias únicas.