Este fue el atasco más largo del mundo: tiene doble premio en el Libro Guinness de los Récords
La manifestación fue organizada meticulosamente para asegurar que no hubiera huecos en la cadena.
La Cadena Báltica fue un evento histórico que tuvo lugar el 23 de agosto de 1989, cuando más de un millón y medio de personas se unieron en una cadena humana de más de 600 kilómetros, cruzando Estonia, Letonia y Lituania. Este acto simbólico, que coincidió con el cincuentenario del Pacto Mólotov-Ribbentrop, buscaba llamar la atención sobre la ocupación soviética de las repúblicas bálticas y exigir su independencia.
La manifestación fue organizada meticulosamente para asegurar que no hubiera huecos en la cadena. Los partidos comunistas de cada estado permitieron la protesta, y se coordinó el transporte en autobuses gratuitos para aquellos que no tenían otro medio de transporte. A las siete de la tarde, hora local, los manifestantes unieron sus manos durante 15 minutos, mientras la radio y programas especiales ayudaban a coordinar los esfuerzos. En Vilna, más de 40.000 personas se congregaron en la plaza de la Catedral, encendiendo velas y cantando canciones tradicionales y el himno nacional.
La cadena humana simbolizó la solidaridad entre los tres países bálticos en su lucha por una mayor autonomía y eventual independencia. Este evento ayudó a establecer la idea de las “tres repúblicas hermanas” y promovió la cooperación entre ellas. La protesta fue completamente pacífica, aunque algunos manifestantes fueron represaliados físicamente. En Moscú, unidades antidisturbios disolvieron una demostración de simpatía hacia la protesta báltica, y en Moldavia, unos 13.000 manifestantes se reunieron en solidaridad.
El impacto de la Cadena Báltica fue significativo. En noviembre de 1989, cayó el Muro de Berlín, y en diciembre del mismo año, se firmó una declaración condenando el pacto Mólotov-Ribbentrop. En marzo de 1990, Lituania se convirtió en el primer estado soviético en declarar su independencia, y dos años después, la independencia de los tres estados bálticos fue reconocida por muchos países occidentales.
La Cadena Báltica está reconocida por el Libro Guinness de los Récords como la cadena humana más larga jamás organizada. Además, el libro de los récords lituano la recoge como el atasco de tráfico más largo, ya que durante un par de horas, 100 kilómetros de la autopista Vilna-Kaunas permanecieron atascados. Este evento inspiró cadenas humanas similares en otros países de Europa del Este y regiones de la URSS, así como en Taiwán en 2004 y en Cataluña en 2013.
La manifestación fue un ejemplo de cómo la glásnost y la perestroika permitieron un aumento en las protestas callejeras en las repúblicas bálticas. Las primeras manifestaciones en 1986 reunieron a pequeñas cantidades de gente, pero en 1987, las protestas masivas fueron prohibidas por las autoridades, resultando en numerosos arrestos. Sin embargo, en 1988, las protestas tumultuosas fueron aprobadas por las autoridades y se desarrollaron de manera pacífica.
Una semana antes de la Cadena Báltica, la URSS admitió la existencia del protocolo secreto Mólotov-Ribbentrop, pero insistió en que los tres estados se habían adherido voluntariamente a la Unión Soviética. Un par de días antes de la manifestación, 170 miembros del movimiento lituano Sąjūdis aprobaron una declaración pidiendo una república lituana soberana e independiente, no sometida al sistema legislativo de la URSS.
La Cadena Báltica no solo fue una protesta pacífica, sino también un evento que atrajo a aquellos que aún eran escépticos o temían las persecuciones soviéticas. La solidaridad mostrada en este evento ayudó a atraer a más personas a la causa de la independencia y estableció un precedente para futuras manifestaciones masivas y pacíficas en la región.