Estas son las setas de otoño venenosas que parecen comestibles
Hay que saber bien cuál coger porque las reacciones pueden ser graves.
Ir al campo a coger setas es una de las aficiones más populares de los españoles durante el otoño. Y no solo eso, sino que cocinarlas se convierte en esta época del año en una de las tradiciones de muchas familias. Pero hay que tener mucho cuidado, ya que hay algunas especies que son muy parecidas entre ellas y que pueden resultar venenosas.
El medio Directo al paladar ha hecho una clasificación con las setas que parecen comestibles, pero pueden ser venenosas, tóxicas o indigestas.
Setas que parecen comestibles pero no lo son
1. La Amanita caesarea, más conocida como oronja, es una de las setas más populares en los campos españoles y es comestible. Es de color anaranjado y es una de las primeras especies de la temporada, ya que puede encontrarse desde finales de verano hasta principios del otoño. Sin embargo, buscar esta seta tiene un inconveniente: su parecido con otra que sí es venenosa.
Se trata de otra de su misma familia, la Amanita muscaria, de color rojo y con puntos blancos. Es una de las más venenosas que se pueden encontrar en los campos españoles, así que es imprescindible no equivocarse. Una pista que hará que se puedan reconocer es que en la oronja el pie y las láminas son de color crema intenso, mientras que los de la muscaria son de color blanco.
2. La seta Thricholoma terreum, también conocida como negrito, negrilla o ratón, es de color gris. Suele aparecer en mitad del otoño y permanece durante el invierno, sobre todo cuando el año es húmedo. Pero también implica un problema, pues es fácilmente confundible con la Tricholoma pardinum, otra seta que provoca graves gastroenteritis.
3. La seta de cardo es una de las variedades que está en los mercados durante todo el año. Esto se debe a que ha logrado cultivarse, así que su producción no depende de las lluvias del otoño. Se suele encontrar, principalmente, en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid.
Hay que tener cuidado porque, aunque es difícil confundir esta seta con especies venenosas, tiene cierta similitud con varias que son tóxicas: la dealbata y la diatreta. Así que la recomendación de los expertos micológicos es utilizar el olfato y guiarse por el aroma de la seta.
4. La Boletus es una de las setas más demandadas en todos los restaurantes españoles. Abunda, sobre todo, en otoño, pero dependiendo del clima puede darse casi durante todo el año. La más popular es la Boletus edulis, pero también hay otras variedades de la misma familia que son igualmente deliciosas, como los Boletus aestivalis, aereus, pinophilus y appendiculatus.
Sin embargo, y pese a que son una especie fácilmente reconocible, hay que tener cuidado. Puede confundirse con otra seta de la misma familia, la Boletus satanas, que puede causar una indigestión a la persona que la consuma.
5. Los níscalos son también una de las setas más populares y apreciadas en nuestro país. Son características por su color anaranjado, tirando a rojizo y su fácil identificación. Salen después de las primeras lluvias veraniegas y aguantan hasta que comienzan las heladas. Aunque, como las anteriores, tienen un pero: son muy parecidas a los "falsos níscalos", la seta Lactarius tominosus. No son tóxicas pero sí que causan indigestión, así que hay que fijarse en el borde del sombrero para diferenciarlas bien.