Estas son las playas con alerta por presencia de carabela portuguesa
El potente veneno de sus tentáculos causa picaduras que pueden llegar a ser muy dolorosas. Su presencia es cada vez mayor en el norte peninsular, pero el Mediterráneo tampoco se libra.
Es una de las grandes molestias de este verano en algunos arenales españoles. La presencia de la carabela portuguesa (Physalia physalis), -fragata portuguesa, barquito portugués, agua mala, aguaviva, botella azul o falsa medusa- ha continuado con la dinámica de los últimos años y es cada vez mayor en aguas de nuestro país.
Este organismo colonial monotípico -no debe ser confundido con una medusa, a pesar de su parecido- puede ser encontrado en mar abierto en todas las aguas cálidas del mundo, como las de las regiones tropicales y subtropicales de los océanos Pacífico e Índico o la corriente del Golfo atlántica. Sin embargo, cada vez aparece con mayor frecuencia en las costas del norte peninsular, aunque el Mediterráneo tampoco se libra.
En este sentido, las autoridades de distintos puntos de España ya han tomado cartas en el asunto estableciendo protocolos de seguridad. El motivo es que los tentáculos de la carabela portuguesa causan picaduras que pueden llegar a ser muy dolorosas. A pesar de lo que pueda parecer, este organismo es capaz de extenderlos hasta alcanzar los 10 metros, aunque hay ejemplares que pueden llegar a superar los 20 metros.
Este es el mapa de comunidades autónomas que han lanzado algún tipo de advertencia sobre la presencia de la carabela portuguesa este verano en sus aguas.
Euskadi: autoridades aprueban protocolo en Donostia, así funciona
El Ayuntamiento de Donostia (San Sebastián), a través de la Concejalía de Salud Ambiental y Sostenibilidad, ha aprobado un nuevo protocolo de actuación en las playas ante la presencia de ejemplares de carabela portuguesa. Uno de sus objetivos es que la amarilla sea la bandera más utilizada en estos casos para no tener cerrados los arenales guipuzcoanos todo el día.
Según han informado fuentes municipales, el nuevo protocolo establece que con el avistamiento de menos de 15 ejemplares de carabela portuguesa en la Concha, con menos de 10 ejemplares en Ondarreta y menos de 15 ejemplares en la Zurriola, ondearán la bandera amarilla y la que luce el logotipo de medusas. Así, la recomendación será de baño con precaución y habrá mensajes por megafonía por el avistamiento de esta especie en la playa.
En el caso de avistamiento de 15 o más ejemplares de Carabela portuguesa en la Concha, de 10 o más ejemplares en Ondarreta y de 15 ejemplares o más en la Zurriola o más de dos ejemplares en el caso de la Isla Santa Clara la bandera será roja y el baño estará prohibido.
Cuando una persona presente picadura o "latigazo" constatada por carabela portuguesa, sin avistamiento de más ejemplares en la zona y con retirada del ejemplar que ha realizado la picadura, lucirá la bandera amarilla y la de medusas, con baño con precaución. Si la persona presenta picadura "latigazo" constatada por Carabela portuguesa, con avistamiento de más ejemplares en la zona o no poder realizar retirada del ejemplar que ha realizado la picadura, la bandera será roja y, por lo tanto, el baño estará prohibido.
Desde el Ayuntamiento han explicado que se hará seguimiento de los episodios pudiendo modificar las banderas siguiendo los criterios antes establecidos. El periodo máximo para el seguimiento será cada 2 horas, aunque se podrá hacer en intervalos inferiores. En caso de que haya habido bandera roja, en primer lugar se deberá evolucionar a amarilla antes de poner la verde.
Cantabria: más de 300 ejemplares retirados
En el caso cántabro la presencia de la carabela portuguesa se focaliza en puntos como la santanderina Playa Virgen del Mar o la de Brazomar, en Castro Urdiales. Según El Diario Montañés, en lo que va de verano ya se han retirado unos 350 ejemplares de carabela portuguesa de las costas de Cantabria.
Asturias: identificados un par de ejemplares
De momento, en el Principado solo se han registrado un puñado de casos. Han llegado dos carabelas a la playa de Rodiles, en Villaviciosa. Y se ha detectado su presencia también en las inmediaciones de Avilés.
Galicia: llegadas en Vigo, O Grove y Ribeira
Galicia también constata la llegada de carabelas portuguesas este año. Se han localizado varios ejemplares de carabela portuguesa en arenales de las localidades pontevedresas de Vigo y de O Grove.
En Vigo, los socorristas de la playa de O Vao han informado de la aparición de dos ejemplares de este organismo. Por ello, el Ayuntamiento ha colocado la bandera amarilla de precaución y ha instado a los socorristas a reforzar la atención ante cualquier nuevo avistamiento.
De esta forma, el Ayuntamiento ha recomendado evitar tocarlas para devolverlas al mar, ya que pueden generar síntomas como irritación de la piel y problemas respiratorios. Ante cualquier duda deberán consultar al servicio de socorrismo y salvamento, y en caso de estar fuera de su horario, avisar a la Policía Local.
Por su parte, el servicio de Emerxencias de O Grove ha recibido la alerta, por parte de unos particulares, de la aparición de uno de estos ejemplares en la playa de Area Grande. Con todo, en la jornada del martes también retiraron una carabela portuguesa de la playa Burato da Londra. Con lo cual en la localidad meca han aparecido, hasta el momento, dos.
Según publica La Voz de Galicia, también se ha identificado la presencia de la carabela portuguesa en el área de la comarca de Barbanza -ría de Arousa- en el municipio de Ribeira. Concretamente, en la zona de la parroquia de Corrubedo y en Punta Cousa (Aguiño).
Valencia: casos aislados en varias playas
Por otra parte, y aunque no se han avistado bancos de carabela portuguesa -viajan en grupo, pero cada unidad colonial la conforma un ejemplar-, sí se han hallado cinco en distintas playas. Aparecieron a finales de julio, tres de ellos muertos, en la playa de La Garrofera (El Saler) y en El Perellonet. Posteriormente apareció otra en El Saler, pero en una zona más próxima al núcleo poblacional. La única que fue encontrada viva fue una que llegó a El Cabanyal.