Estas son las horas recomendadas de sueño para tu bebé, niño o adolescente
Es esencial que los padres y cuidadores estén informados sobre las recomendaciones adecuadas para cada grupo de edad.
El sueño es una necesidad biológica fundamental para el desarrollo físico y mental de los seres humanos, especialmente en las etapas tempranas de la vida. Desde el nacimiento hasta la adolescencia, las necesidades de sueño varían significativamente, y es esencial que los padres y cuidadores estén informados sobre las recomendaciones adecuadas para cada grupo de edad.
En este artículo, exploraremos las horas de sueño recomendadas para bebés, niños y adolescentes, basándonos en las directrices de expertos en salud infantil. Además, proporcionaremos detalles sobre cómo establecer rutinas de sueño saludables y los trámites necesarios para asegurar un entorno propicio para el descanso.
Bebés (0-12 meses)
Durante el primer año de vida, los bebés experimentan un rápido crecimiento y desarrollo, lo que hace que el sueño sea especialmente crucial. Los recién nacidos (0-3 meses) necesitan entre 14 y 17 horas de sueño al día, distribuidas en múltiples siestas y periodos de sueño nocturno. A medida que crecen, los bebés de 4 a 11 meses requieren entre 12 y 15 horas de sueño diarias.
Para asegurar que los bebés duerman adecuadamente, es importante establecer una rutina de sueño consistente. Esto incluye horarios regulares para las siestas y la hora de acostarse, así como un ambiente tranquilo y oscuro. Los padres deben estar atentos a las señales de sueño del bebé, como frotarse los ojos o bostezar, y actuar en consecuencia para evitar que se sobreestimulen.
Niños pequeños (1-2 años)
A medida que los bebés se convierten en niños pequeños, sus patrones de sueño comienzan a consolidarse. Los niños de 1 a 2 años necesitan entre 11 y 14 horas de sueño al día, incluyendo una o dos siestas. Durante esta etapa, es fundamental mantener una rutina de sueño regular y consistente.
Los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar buenos hábitos de sueño mediante la creación de un ambiente relajante antes de acostarse. Esto puede incluir actividades tranquilas como leer un libro o tomar un baño tibio. Además, es importante limitar la exposición a pantallas electrónicas al menos una hora antes de dormir, ya que la luz azul puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
Preescolares (3-5 años)
Los niños en edad preescolar necesitan entre 10 y 13 horas de sueño al día. A esta edad, muchos niños comienzan a dejar de tomar siestas, aunque algunos pueden seguir necesitando una siesta corta durante el día. Mantener una rutina de sueño consistente sigue siendo crucial para asegurar que los niños obtengan el descanso necesario.
Para fomentar un buen sueño en los preescolares, los padres deben establecer horarios regulares para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana. Crear un ambiente de sueño cómodo y libre de distracciones también es esencial. Los padres deben asegurarse de que el dormitorio esté oscuro, fresco y silencioso.
Niños en edad escolar (6-12 años)
Los niños en edad escolar requieren entre 9 y 12 horas de sueño por noche. Durante esta etapa, las demandas académicas y extracurriculares pueden aumentar, lo que hace que sea aún más importante priorizar el sueño. Los padres deben trabajar con sus hijos para establecer una rutina de sueño que permita suficiente tiempo para descansar.
Es recomendable que los niños en edad escolar eviten las actividades estimulantes antes de acostarse, como los videojuegos o el uso de dispositivos electrónicos. En su lugar, se deben fomentar actividades relajantes que ayuden a preparar el cuerpo y la mente para el sueño.
Adolescentes (13-18 años)
Los adolescentes necesitan entre 8 y 10 horas de sueño por noche. Sin embargo, muchos adolescentes no duermen lo suficiente debido a las exigencias escolares, actividades extracurriculares y el uso de dispositivos electrónicos. La falta de sueño en esta etapa puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental, incluyendo problemas de concentración, rendimiento académico y bienestar emocional.
Para ayudar a los adolescentes a obtener el sueño necesario, es importante establecer límites claros en cuanto al uso de dispositivos electrónicos y fomentar hábitos de sueño saludables. Los padres deben trabajar con sus hijos para crear un horario de sueño regular y asegurarse de que el dormitorio sea un ambiente propicio para el descanso.