Esta es la unidad militar española que se considera precursora de los cowboys de EEUU
Se trata de los dragones de cuera.
Los cowboys siempre se han asociados a esa imagen del hombre del lejano oeste estadounidense ataviado con el sombrero tejano con el ala curvada, las botas de cuerpo, los pañuelos de piel o paño graso y los cinturones y fundas donde guardaban los revólveres y la munición.
Es casi inevitable no hacerse esta composición mental del vaquero del siglo XIX, pero, tal y como señalan en el podcast Despierta tu curiosidad de National Geographic, en España existía una figura similar décadas antes: los llamados dragones de cuera.
"Fueron un cuerpo militar español que jugó un papel crucial en la defensa y expansión de las fronteras norteamericanas durante el siglo XVIII, serían los primeros en asumir el papel de cowboys, mucho antes de que los vaqueros estadounidenses se convirtieran en iconos de la cultura popular", destacan los narradores del mencionado podcast.
De acuerdo a los conductores de este espacio, los dragones de cuera fueron un grupo de soldados creado en el siglo XVIII por el rey Carlos III. Pertenecieron a la caballería ligera, la cual se encargaba de “proteger las fronteras del norte de Nueva España, los actuales Estados Unidos y México”, subrayan.
La unidad, que se consolidó en 1772, combatían contra diferentes tribus indígenas como los apaches y los comanches y tenían que hacer frente a las amenazas de colonización francesa e inglesa. Para ello, “usaban mayoritariamente tácticas de guerrilla, actuando en grupos pequeños y móviles, para moverse rápidamente”, manifiestan.
Requisitos y vestimenta
No todo el mundo podía ser un dragón de cuera. Se exigía tener al menos 16 años, medir más de 150 cm, gozar de buena salud, ser católico y estar libre de pecado. Estas dos últimas condiciones vienen dadas por “su fuerte vínculo con el cristianismo. El objetivo era proteger a los colonos y apoyar en las misiones religiosas que los españoles establecieron en la frontera norte”, explican.
Sus similitudes con los vaqueros y cowboys se debían a su equipamiento y estilo de vida: “Los dragones de cuera llevaban como uniforme un gran abrigo sin mangas llamado cuera, palabra que tomaron prestada para su nombre. Esta prenda, hecha de varias capas de piel de venado o bisonte, era resistente para protegerles de flechas y lanzas, armas comunes de las tribus indígenas. Confiaban en la durabilidad del cuero para las largas jornadas en veranos calurosos”, exponen. Sumado a ello, una adarga de piel de búfalo, una lanza larga, pistolas, arcos, flechas y un escudo con remates de sus orígenes españoles completaban su vestimenta.
Por supuesto, el caballo era su fiel escudero. Montaban en los mismos y cada uno tenía seis a su disposición, además de un potro y una mula. “El objetivo era siempre contar con transporte, porque pasaban muchas temporadas al aire libre y no siempre podían emplear el mismo caballo”, aseveran.
Este gran número de animales a su disposición también les hacían buenos conocedores del ganado, que muchos cuidaban cuando no estaban de servicio. Según los locutores del podcast, su gran experiencia en la vida rural les hacía buenos rastreadores y supervivientes, algo que también “compartían muchas características con los vaqueros que más tarde se harían famosos”, relatan.
Su papel se fue desvaneciendo a raíz de la independencia de México en 1821 y la posterior expansión de Estados Unidos hacia el oeste, lo que supuso que el panorama geopolítico de América del Norte cambiara y “los antiguos territorios de Nueva España pasaron a formar parte de otras naciones”. “No solo fueron defensores de las fronteras sino también símbolos que sirvieron como puente entre dos culturas icónicas del continente americano”, concluyen.