Esta pareja alemana perdió a su hijo y encontró una segunda oportunidad para vivir en una finca de Mallorca
Aseguran que la mudanza fue "la mejor decisión que pudimos haber tomado".
La apuesta del público alemán por Mallorca es tal que existe una publicación llamada Mallorca Magazine, escrita en lengua teutona. Esta cabecera digital se ha hecho eco de la historia de Nicola y Jan Ihden, una pareja que encontró en Baleares una 'nueva vida' tras la muerte de su hijo.
Este matrimonio decidió comprar la vivienda hace alrededor de 10 años, junto a sus hijos, a fin de disponer de una nueva casa de vacaciones en Sineu (Mallorca).
La alegría de la familia duró poco. Meses después, el hijo de 20 años sufrió un accidente de tráfico del que quedó en coma durante 14 meses para finalmente fallecer. El duelo duró meses, hasta que, como explican "nos dimos cuenta de que teníamos que salir de la oscuridad".
"Amamos nuestra tierra, Hamburgo, más que nada. Sin embargo, para encontrar el camino de vuelta a la vida a pesar de toda la tristeza, decidimos dejar nuestra casa en la ciudad hanseática y trasladarnos hasta Mallorca, hacia la luz", añade Jan, profesor de marketing.
El tiempo les acabaría dando la razón, como prosigue explicando el ciudadano alemán. Mudarnos "fue la mejor decisión que pudimos haber tomado. Con el nuevo proyecto encontramos una nueva tarea", en referencia a los cambios que supone vivir en un nuevo entorno.
"Vivir principalmente al aire libre, estar constantemente ocupado, aprender un nuevo idioma y conocer gente, eso nos distraía un poco. Con este sorprendente cambio de la ciudad al campo, se puede decir que nos hemos reinventado por completo", celebra, orgulloso de su propiedad tras mil y una obras de mejora y acondicionamiento.
Explica la citada publicación que en un primer momento Jan mantuvo sus actividades laborales, importador de zumos desde Brasil a Alemania, pero acabaría variando su vida profesional con el cambio de tierra hasta fundar la empresa FincaCare Mallorca, que ofrece soporte a los propietarios de domicilios en la isla. Su esposa, Nicola, se dio a la gestión de eventos benéficos.
Y más allá de sus actividades y de las muchas horas "sacando energía de la naturaleza", la pareja también recibe numerosas visitas de su hija Katinka, que completó sus estudios en Valencia y actualmente vive en Düsseldorf.