Esta es la forma correcta de leer la etiqueta de los alimentos, según una técnico nutricionista

Esta es la forma correcta de leer la etiqueta de los alimentos, según una técnico nutricionista

La experta en nutrición Ana Luzón nos ofrece algunas claves para no equivocarnos y saber comprar lo que comemos.

  Hay que prestar atención al etiquetado de los productosGETTY IMAGES

Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene una alimentación sana en nuestra salud. Sin embargo, a la hora de comprar en el supermercado, dicha labor puede convertirse en una tarea difícil, ya que la mayoría de las personas ni entienden ni saben leer las etiquetas de los alimentos.

En la actualidad han salido distintas aplicaciones que escanean el etiquetado y nos dicen si un producto es o no recomendable. Y aunque pueden ser útiles en algunos casos, Ana Luzón, técnica en nutrición señala que “hay que tener en cuenta que también presentan inconvenientes. Por un lado, moralizan alimentos, pudiendo afectar la relación con la comida en algunas personas clasificándolos como buenos o malos sin tener en cuenta el contexto”.

Como señala Luzón, los criterios que utilizan para clasificar los alimentos “no siempre están claros, pueden presentar sesgos y lo más importante, no generan autonomía. Es imposible catalogar todos los alimentos disponibles al día”. En este sentido, la experta reflexiona y se pregunta “¿qué ocurría si uno de los alimentos no sale en la app? ¿Qué hago?

Su respuesta a esta situación es que, aunque dichas aplicaciones pueden servir de apoyo, lo más importante es que “tú como consumidor, aprendas a interpretar las etiquetas (con la educación nutricional que hacemos en consulta para que desarrolles tu propio criterio). Saber relativizar la información que dan y ponerla en contexto. Y, por último, basar la alimentación en materias primas o mínimamente procesadas que no requieren "descifrar" etiquetas.”

El etiquetado de alimentos

Aprender a leer las etiquetas de los alimentos es básico para saber lo que estamos llevando a nuestra casa. Por tanto, a la hora de su lectura, Ana Luzón lo pone fácil, basta con saber cinco cosas imprescindibles: 

1. Los ingredientes van ordenados de mayor a menor cantidad en el producto

“Es importante fijarse para ver si la cantidad del ingrediente es relevante o no en la relación que vamos a consumir. Por ejemplo, un pan integral que lleva azúcar como ingrediente después de un 3% de la levadura”, señala. 

2. Lo ideal es que tenga cinco o menos ingredientes en total

“Esta regla puede ser útil para filtrar y descartar alimentos ultraprocesados y superfluos”. Según explica Luzón “puede haber algunas excepciones como por ejemplo una menestra de verduras o un pisto en conserva donde hay múltiples ingredientes, pero son saludables y poco procesados”.  

3. Ideal si el primer ingrediente se corresponde con lo esperado

Luzón comenta que “encontramos ingredientes como harina integral en un producto integral o cacao en el chocolate es clave frente a un 2% de quinoa al final del listado o snack de lentejas con sémola de arroz como primer ingrediente de la lista.”

4. Evitar si entre los primeros ingredientes encontramos:

-Azúcar o similares: pues algunos azúcares simples pueden estar presentes con diferentes nombres como: sacarosa; fructosa; dextrosa; azúcar de uva o jugo de agave entre otros.

-Sal: aunque las etiquetas marcan siempre la sal, también debemos considerar el extracto de levadura, ya que este ingrediente está diseñado para realzar y preservar mejor el sabor de los alimentos que consumen los clientes.

-Harinas refinadas: Tienen un aporte de fibra mucho menor. Razón por la cual Luzón recomienda "fijarse en el etiquetado y optar por los productos que contengan harina integral".

- Otros refinados: Según la experta es importante evitar este tipo de productos porque “han sido sometidos a tratamientos térmicos y/o químicos para producirlo y por ello, han perdido su contenido en vitaminas, fibra, minerales y demás compuestos que hacían que fuera sano”.

- Grasas de poca calidad: Luzón especifica evitar productos cuando “encontramos aceites refinados de semilla como son los de girasol, palma, soja, linaza, algodón, cabina, semillas de uva, etc.”.

-Grasas Trans: La experta subraya que hay que tener “especial atención cuando en el etiquetado aparece la palabra aceites vegetales hidrogenados o parcialmente hidrogenados; ej. Margarina”. Esto significa que los alimentos que los contienen, especialmente en grandes cantidades, definitivamente no son alimentos saludables ya que contienen sustancias nocivas a nivel cardiovascular”.

Titania
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Santander

Por último, Ana Luzón advierte que “debemos tener en cuenta que el azúcar en muchísimas ocasiones está muy bien “disfrazado”. Como aclara, “es azúcar todo lo que acabe en - OSAS: (glucosa, sacarosa, dextrosa, lactosa, galactosa, fructosa, maltosa, d-ribosa ), en - INA: (dextrina, maltodextrina... azúcar en todas sus versiones (moreno, de caña, de coco, invertida…), siropes y jarabes y derivados de zumos de frutas”.