Esta es considerada la playa de España con las aguas más frías: un rincón bañado en leyendas
Aquí celebran una noche de rituales donde se dice que las mujeres que desean concebir deben bañarse en sus aguas para ser bendecidas con fertilidad.
En el vasto litoral español, donde el sol acaricia la arena y el mar besa la costa, existe un lugar donde las aguas desafían la calidez típica del clima mediterráneo. Es en la playa de La Lanzada, en Galicia, donde el termómetro se sumerge hasta los 15,2ºC, marcando el punto más frío del mar en España. Este rincón no solo es conocido por su temperatura gélida sino también por las leyendas que susurran las olas entre los visitantes.
La Lanzada, situada en la provincia de Pontevedra, se extiende majestuosa con su arena fina y dorada, pero es su agua fría la que realmente atrae y desafía a los bañistas más valientes. Las corrientes del Atlántico Norte bañan esta costa, trayendo consigo un frío que se ha mantenido constante a lo largo de los años, a pesar de los leves incrementos registrados recientemente.
Pero más allá de su clima, La Lanzada es un tesoro de mitos y tradiciones. Una de las leyendas más arraigadas es la de las “Noite Meiga”, una noche de rituales y encantamientos donde se dice que las mujeres que desean concebir deben bañarse en sus aguas para ser bendecidas con fertilidad. Otra historia cuenta sobre las “meigas”, brujas gallegas que, según se cree, realizaban hechizos en esta playa para proteger a los marineros y castigar a los malhechores.
Aunque La Lanzada ostenta el título de la playa más fría, no está sola en su categoría. Otras playas como Las Catedrales en Lugo y la Playa de las Islas Cíes también comparten las aguas frías del norte, con temperaturas que oscilan entre los 15 y 16ºC. Estas playas, al igual que La Lanzada, están influenciadas por factores como la latitud, las corrientes oceánicas y la profundidad del mar, que determinan la sensación térmica que experimentan los bañistas.
En contraste, las islas Canarias ofrecen un escape al frío con sus aguas cálidas que rondan los 21ºC, gracias a su proximidad al ecuador y a las corrientes cálidas que las bañan. Sin embargo, es en las playas del norte donde las historias y la cultura se entrelazan con la naturaleza, creando un mosaico de experiencias que van más allá de un simple chapuzón.
La Lanzada no es solo un destino para aquellos que buscan refrescarse en verano, sino también un santuario de folklore y tradición. Es un lugar donde el pasado y el presente se encuentran, donde cada ola cuenta una historia y cada grano de arena es testigo de la rica herencia cultural de España. En esta playa, el agua no solo es un elemento de la naturaleza, sino un personaje central en las narrativas que definen la identidad de una región y de un pueblo.