Esta es la calle maldita de Madrid: cruzarla es para pensárselo dos veces
Su número 3 ha sido escenario de varios crímenes.
Muchos son los que afirman que Madrid es una ciudad acogedora. Para unas vacaciones, una larga temporada o incluso para quedarse a vivir eternamente, la capital de España es un lugar en el que progresar laboralmente, empaparte de la rica gastronomía que domina, contagiarte del espíritu de sus gentes y disfrutar del patrimonio cultural y artístico que reina en sus calles.
En un largo paseo por Madrid puedes disfrutar del legado de los Austrias, de parques tan reconocibles como el Retiro, dejarte llevar por el gentío que puebla Gran Vía y pararte en edificios históricos, jardines ocultos y panorámicas dignas de inmortalizar.
Entre estos rincones, hay una calle por la que te pensarás dos veces pasar por el pasado que encierra. Se trata de la calle Antonio Grilo y es que, concretamente en el número 3, se encuentra la conocida como “la casa maldita de Madrid”, una identificación que se extrapola a toda la calle dados los trágicos sucesos que se vivieron en ella y que avivan la leyenda negra.
La historia del número 3 de la calle Antonio Grilo
El edificio número 3 de la calle Antonio Grilo de Madrid ha sido escenario de algunos de los sucesos más macabros de la historia contemporánea de Madrid. En menos de 20 años, se contabilizaron 9 muertes, entre ellos un bebé recién nacido y un sastre que acabó con toda su familia antes de quitarse la vida.
Su crónica negra se remonta a 1945. A finales de ese año, Felipe de Braña apareció asesinado con tan solo 48 años. Su cuerpo fue hallado días después de morir y en sus manos apareció un mechón de pelo. La hipótesis principal sobre el crimen, que quedó sin resolver, apunta a que el hombre, camisero de profesión, fue víctima de un robo. Otros hablan de un crimen pasional.
20 años más tarde, en la primera planta de este número 3, una mujer estranguló a su bebé de escasos meses. Debido a la presión social y con el fin de que nadie supiera que había estado embarazada, asesinó a su pequeño y escondió el cuerpo en un armario del inmueble.
Sumado a ello, uno de los más sanguinarios tuvo lugar en 1962, en el 3ºD. Un padre, sastre de profesión, encerró a toda su familia en la vivienda con el objetivo de matarla. El suceso, que trascendió en toda España, dejó sietes muertes.