Esquís en el todoterreno y ropa de marca: la policía española alerta del nuevo método para mover droga este invierno
"Es difícil sospechar de una pareja joven, ambos bien peinados y con ropa de marca".
Los traficantes de drogas están perfeccionando sus técnicas para transportar estas sustancias sin ser descubiertos. La última que están llevando a cabo es la de usar a familias aparentemente 'perfectas' que van de vacaciones a la nieve.
Antes, las organizaciones trataban de introducir la droga por el paso fronterizo de La Junquera, en el Alto Ampurdán. También pequeños delincuentes que viajaban a Marruecos por su cuenta para vender hachís por su cuenta usaban esta vía.
"Si llevaban pastillas o torta, los transportistas, hombres de mediana edad, solían ir solos. Conducían buenos vehículos y tenían un aspecto que no se correspondía con el perfil de las personas que pueden permitirse automóviles de gama alta", cuenta en el Diari de Girona Juan, un agente ya retirado que estaba destinado en la zona. Añade que les sorprendían los evidentes patrones usados por los traficantes.
"Estos tipos no tenían nada que ver con los desgraciados que llevaban coches viejos y destartalados, y que se te presentaban a los controles nerviosos y con hedor a porro. En la segunda pregunta que se les formulaba, los pobres diablos ya confesaban", señala Antonio, un compañero de Juan, todavía en activo, pero destinado en el sur de España.
Familias 'perfectas'
Ahora, en cambio, los narcotraficantes se han modernizado y han encontrado una fórmula para elegir a personas que no llamen la atención en absoluto y que, como resultado, puedan pasar las sustancias sin ser detectados.
"Es difícil sospechar de una pareja joven, ambos bien peinados y con ropa de marca, a bordo de un Audi, un Mercedes, un Volvo o un BMW, preferentemente blanco y equipado para disfrutar de un fin de semana en una estación de esquí, que regresa a casa después de un puente de nieve", explica Paco, un extraficante barcelonés reconvertido a las apuestas online.
"La situación hoy es muy distinta a lo que ocurría en mi época", asegura. Si bien el modus operandi es similar al anterior, ahora los actores se eligen más minuciosamente y se ha cambiado la ruta para el tráfico. La C-16 y la C-17 confluyen en las instalaciones de La Molina, Masella, Guils Fontanera, Lles y Aransa. Ambas están conectadas, y en la segunda se puede acceder por la C-13.
En cuanto a la escena, se trata de recrear lo siguiente: "un chico y su novia, catalanes o franceses, acuden a un municipio con estación de esquí para practicar este deporte durante unos días". "Tienen que aparentar que son de buena casa. No importa si no lo son. De hecho, raramente se localiza a alguien con dinero que se avenga", comenta Antonio.