Es alargado, escurridizo y su cuerpo es todo patas: la razón por la que debes permitir que este bicho viva en tu casa

Es alargado, escurridizo y su cuerpo es todo patas: la razón por la que debes permitir que este bicho viva en tu casa

Este tipo de ciempiés es un formidable depredador de indeseables en el hogar, como... ¡las chinches!

Scutigera coleoptrataGetty Images

No es raro que los insectos y otras criaturas pequeñas provoque pánico o terror e muchas personas. Se les percibe como portadores de enfermedades, se suelen alimentar de podredumbre o excrementos y generan cierto miedo por ser mordidos o picados por ellos. Sin embargo, algunos insectos pueden ser unos aliados en la casa, según cuenta Futura-sciences.com. Este es el caso de este miriápodo comúnmente llamado… ¡ciempiés!

Un miriápodo es un animal pequeño de cuerpo alargado que tiene muchas patas. Pertenece al grupo de artrópodos como las arañas, los escorpiones o las cochinillas. Todos tienen patas que se articulan perfectamente cuando son adultos. Y entre ellos se encuentra el Scutigera coleoptrata, de la clase de los ciempiés.

Es un pequeño animal nocturno que sale de su escondite para alimentarse. Durante el día permanece resguardado en lugares oscuros, cálidos y húmedos, lo que le permite mantenerse bien hidratado. Si piensas que es un insecto exótico estás equivocado: se distribuye por todo el área mediterránea, por supuesto también en la Península Ibérica.

Este ciempiés doméstico tiene unas quince patas largas y mide hasta cinco centímetros. Su velocidad es sorprendente, de ahí su nombre, porque puede moverse a unos 40 centímetros por segundo. Las patas traseras del veloz scutiger pueden alcanzar hasta el doble de la longitud de su cuerpo (especialmente en las hembras). Tiene colmillos venenosos que utiliza para paralizar a sus presas y luego comérselas. 

La reproducción de la escutigera se produce en primavera. El macho deposita su esperma y es la hembra la que lo recoge para fertilizar sus huevos. También la hembra cuidará celosamente de su puesta, a la vez que aplica una solución fungicida a los huevos para evitar su destrucción por invasión de hongos. Esto lo consigue introduciendo cada huevo en su boca e impregnándolo con su “saliva”, que posee esa propiedad fungicida. Y ojo: si se ven apresadas pueden desprenderse de algunas de sus patas para huir. 

Este tipo de ciempiés es un formidable depredador de indeseables en el hogar, como... ¡las chinches! Si te encuentras con este ciempiés en tu casa por la noche o escondido en un rincón es porque cree que tiene suficiente comida en tu hogar. También forman parte de sus comidas mosquitos, moscas, jejenes, cucarachas, polillas y termitas.

Este insecto no te hará daño si lo dejas en paz, sólo pica si se siente en peligro. En todo caso, su picadura es mucho menos dolorosa que la de Scolopendra cingulata, otro ciempiés de mayor tamaño que habita en nuestros campos. Como siempre cuando se trata de picaduras de insectos, arañas o ciempiés, al menos de los de nuestro ámbito peninsular, lo más peligroso son las reacciones alérgicas al veneno, que dependen de las circunstancias de cada persona.