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En este pueblo están prohibidos los móviles, microondas y wifi por una científica razón de gran envergadura

En este pueblo están prohibidos los móviles, microondas y wifi por una científica razón de gran envergadura

Un lugar que invita a la desconexión tecnológica.

Un grupo de jóvenes con el teléfono móvil.Getty Images

Vivimos en un mundo completamente digitalizado, donde cada momento está impregnado de tecnología. Estamos rodeados de pantallas, dispositivos inteligentes y conexiones que nos enlazan de forma constante. Esta omnipresencia tecnológica, aunque nos abre miles de puertas, también puede suponer un problema si no sabemos marcar unos límites. No obstante, existen lugares que reniegan de estos dispositivos y viven totalmente desconectados.

Este es el caso de Green Bank, un pueblo ubicado en el estado de Virginia Occidental que se ha ganado la fama de ser “el pueblo más silencioso de Estados Unidos”. Con una población que apenas supera los 200 habitantes, esta localidad destaca por vivir bajo estrictas regulaciones que limitan el uso de dispositivos electrónicos de uso cotidiano. Por ejemplo, el uso de teléfonos móviles está permitido en determinadas ocasiones y bajo unas rigurosas normas.

¿La razón detrás de estas prohibiciones? Green Bank forma parte de la Zona Nacional de Silencio Radioeléctrico, un área especialmente designada para minimizar cualquier interferencia electromagnética. Esta medida es crucial para el correcto funcionamiento del Telescopio Robert C. Byrd Green Bank, el radiotelescopio orientable más grande del mundo, con 148 metros de altura, que se encarga de captar ondas de radio provenientes del espacio. 

Unas regulaciones estrictas

La presencia de cualquier dispositivo que emita ondas electromagnéticas podría distorsionar o incluso bloquear la información vital que el telescopio recoge tanto del sistema solar como de galaxias lejanas. Para que su trabajo sea eficaz se necesita garantizar un entorno libre de señales artificiales, por lo que dispositivos como teléfonos móviles, microondas, auriculares Bluetooth o routers Wi-Fi están prohibidos en un área extensa alrededor del observatorio.

Por razones científicas, las regulaciones locales no son meramente sugerencias a seguir, sino que su incumplimiento conlleva sanciones económicas considerables. Para ello, existe un equipo de vigilancia que se dedica a garantizar que nadie cometa ninguna infracción y nada se salga de las normas. En este sentido, tanto residentes como visitantes deben respetar esta limitación de dispositivos electrónicos. 

Esta política estricta no solo beneficia a la comunidad científica que trabaja en el observatorio, sino que también resulta atractiva para personas electrosensibles que se mudaron a este pequeño pueblo para poder vivir sin la influencia de ondas electromagnéticas que, según su percepción, les provocan malestar. Por esta misma razón, Green Bank se consolida como un refugio ideal para aquellas personas que buscan desconectar del mundo y desintoxicarse de las nuevas tecnologías.