En estas fosas abisales se oculta el punto más profundo de la Tierra

En estas fosas abisales se oculta el punto más profundo de la Tierra

En 2012, el cineasta James Cameron descendió a estas profundidades en el Deepsea Challenger, un sumergible especialmente diseñado para la ocasión.

La placa del Pacífico se subduce bajo la placa de las Marianas creando la fosa de las Marianas.

El punto más profundo de la Tierra se encuentra en las fosas abisales, específicamente en la Fosa de las Marianas, ubicada en el Océano Pacífico occidental. Este abismo, conocido como el Abismo Challenger, alcanza una profundidad de casi 11 kilómetros por debajo del nivel del mar. La Fosa de las Marianas es un lugar de misterio y fascinación, donde la presión es tan extrema que solo unos pocos vehículos submarinos han logrado explorar sus profundidades. 

La primera expedición organizada para estudiar las características del océano fue realizada por el buque de guerra de la marina británica H.M.S. Challenger en 1872. Durante esta expedición, la tripulación midió la profundidad del extremo sur de la fosa en 8.140 metros. Sin embargo, en una expedición posterior en la década de 1950, se descubrió una depresión aún más profunda dentro de esta fosa, marcando el punto más profundo del océano.

El Abismo Challenger no solo es el punto más profundo del océano, sino también del planeta. La presión en estas profundidades es tan alta que cualquier objeto que descienda debe estar especialmente diseñado para soportarla. En 2012, el cineasta James Cameron descendió a estas profundidades en el Deepsea Challenger, un sumergible especialmente diseñado para la ocasión. 

Durante su descenso, Cameron alcanzó una profundidad de 10.898 metros, proporcionando valiosa información sobre este misterioso lugar. La Fosa de las Marianas es un lugar de gran interés científico, ya que alberga una variedad de formas de vida únicas que han evolucionado para sobrevivir en condiciones extremas. Los científicos continúan estudiando este abismo para comprender mejor la biología y la geología de las profundidades oceánicas.

Además de la Fosa de las Marianas, existen otras fosas abisales en los océanos del mundo que también alcanzan grandes profundidades. Por ejemplo, la Fosa de Tonga en el Océano Pacífico sur y la Fosa de Puerto Rico en el Océano Atlántico son otros ejemplos de lugares donde se encuentran algunos de los puntos más profundos de la Tierra. 

Estas fosas son el resultado de la actividad tectónica, donde las placas oceánicas se hunden bajo otras placas, creando profundos cañones submarinos. La exploración de estas fosas abisales es un desafío debido a las extremas condiciones de presión y oscuridad. Sin embargo, los avances en la tecnología submarina han permitido a los científicos explorar estos lugares con mayor detalle y precisión.

El estudio de las fosas abisales no solo proporciona información sobre la geología y la biología de las profundidades oceánicas, sino que también tiene implicaciones para la comprensión de la historia de la Tierra y la evolución de la vida. Las condiciones extremas de presión y temperatura en estas profundidades pueden ofrecer pistas sobre cómo la vida podría existir en otros planetas y lunas del sistema solar. Por ejemplo, las posibles formas de vida en la luna Europa de Júpiter podrían ser similares a las que se encuentran en las fosas abisales de la Tierra. 

La exploración de las profundidades oceánicas continúa siendo una frontera emocionante y desafiante para la ciencia, con cada nueva expedición revelando más sobre los misterios ocultos en las profundidades de nuestro planeta.