El trucazo de un neurocientífico para controlar tus sueños
Un sueño lúcido es aquel que se caracteriza porque la persona sabe que está soñando y puede ejercer cierto control.
Un sueño lúcido es aquel que se caracteriza porque la persona sabe que está soñando y puede ejercer cierto control sobre el sueño u observarlo de forma pasiva mientras es consciente de que es un sueño. En raras ocasiones se da espontáneamente, pero también puede ser inducido mediante prácticas y ejercicios, según ha explicado un neurocientífico en la revista National Geographic.
La persona que experimenta este tipo de sueño tiene la oportunidad de influir potencialmente en su vida onírica, lo que puede ser especialmente útil para reducir la frecuencia de las pesadillas en quienes las padecen, según una investigación publicada en un número de 2023 de Encephale. La investigación también señala que participar en sueños lúcidos puede ayudar a las personas a reducir el insomnio y los síntomas de ansiedad.
"Algunas personas que sueñan lúcidamente no quieren alterar el sueño: quieren explorar el sueño y ver qué les ofrece", ha dicho Antonio Zadra, profesor de psicología de la Universidad de Montreal (Canadá) y coautor de When Brains Dream. "Es una forma de explorar tu propia mente y de abrir oportunidades para relacionarte con distintas partes de tu psique", ha agregado, según el mismo medio.
En un estudio publicado en la revista Sleep Advances, los investigadores examinaron y analizaron 400 mensajes en un foro sobre sueños lúcidos y descubrieron que se producían tanto efectos positivos como experiencias negativas. Por el lado positivo, muchas personas afirmaron que sus sueños mejoraban, se despertaban de buen humor y tenían menos pesadillas. Sin embargo, otros declararon sentirse paralizados o tener problemas para distinguir si estaban dormidos o despiertos, y un sueño menos reparador.
Por ello, "algunas personas no quieren tener sueños lúcidos, sólo quieren dormir", afirma Remington Mallett, neurocientífico cognitivo del Centro de Investigación Avanzada en Medicina del Sueño de la Universidad de Montreal. Y apunta que si se dedice probar este tipo de sueños, uno de los requisitos es recordar bien los sueños. "Si llevas un diario de tus sueños, empezarás a recordarlos mejor", dice Mallett.
Entre las técnicas más probadas, según los expertos, están las cognitivas, que se realizan durante el día o mientras se duerme. Con la técnica de comprobación de la realidad, se deja de hacer lo que se está haciendo a intervalos regulares a lo largo del día y te preguntas si estás en un sueño o en la realidad, y luego vuelves a tus actividades habituales, explica Zadra. La idea es que estas "comprobaciones de la realidad" acaben incorporándose "al sueño de una persona, permitiéndole distinguir entre las realidades del sueño y de la vigilia, lo que a su vez induce la lucidez onírica", según una investigación publicada este año.
Una técnica llamada Inducción Mnemotécnica de Sueños Lúcidos consiste en ensayar un sueño durante el día y visualizar que se está lúcido mientras uno se dice a sí mismo: "La próxima vez que esté soñando, reconoceré que estoy soñando".
Mientras, en la técnica de Despertar y Volver a la Cama, la persona se pone un despertador para que suene después de unas seis horas de sueño, permanece despierta durante aproximadamente 30 minutos y luego vuelve a la cama con la intención de tener un sueño lúcido si se vuelve a dormir. Otra, llamada técnica de los Sueños Lúcidos Iniciados por los Sentidos, consiste en despertarse tras unas cinco horas de sueño y cambiar repetidamente la atención entre sensaciones visuales, auditivas y físicas antes de volver a dormir.