El trucazo para memorizar de un ertzaintza con el que ha recuperado 160 coches robados en 6 años
Además de su prodigiosa memoria, sigue unos sencillos pasos.
Jesús lleva casi 30 años como patrullero de la Ertzaintza y destaca por su privilegiada memoria. En los últimos siete años, en los que ha estado destinado en la comisaría de la Ertzaintza en Erandio, ha recuperado 160 coches robados gracias a este don. "Tengo todos apuntados", asegura en declaraciones a Telecinco. No obstante, él no lo ve como una habilidad, "sino más bien una capacidad que he ido desarrollando poco a poco".
Un truco 'sencillo'
Aparentemente, el método de Jesús es sencillo y está basado en memorizar la serie de la matrícula, es decir, solo las letras, porque "recordar la matrícula, números incluidos, de tantos coches sería imposible".
A continuación, apunta en un pequeño cuaderno, que usa a modo de "chuleta": la marca, el modelo, el color y si tiene alguna peculiaridad, como las lunas tintadas. También le ayuda saber cómo, cuándo y dónde robaron el vehículo del que se ha denunciado la sustracción, y tener toda esta información actualizada. A estas anotaciones y a su prodigiosa y entrenada memoria, se unen "muchas horas de patrulla" y "dar muchas vueltas con el coche".
Abrumado por los halagos
Ha encontrado todo tipo de vehículos, "desde modelos de alta gama a coches de 400 euros", precisa en El Comercio. Y lo más curioso es que muchos de ellos los ha visto estando fuera de servicio, en sus días libres o vacaciones. "Salgo a la calle y mi mente está leyendo matrículas", señala.
"Me ha pasado de ir con prisa y tener que darme la vuelta para comprobar una matrícula porque al verla de pasada he sospechado que correspondía a un robo", añade. Pese a que esta habilidad puede parecer extraordinaria, reconoce que puede condicionarle "un poco", porque "hay momentos en los que no puedo desconectar porque llevo las matrículas en la cabeza".
Esta habilidad o capacidad ha provocado la admiración de todos sus compañeros, que se deshacen en halagos hacia él llamándole "máquina" o "crack", algo que "a veces resulta abrumador".