El trágico detalle que provocó la muerte del gran arquitecto Antoni Gaudí
Los transeúntes que presenciaron el accidente no reconocieron al ilustre arquitecto.
Antoni Gaudí, uno de los arquitectos más influyentes del modernismo catalán, dejó un legado imborrable en la arquitectura mundial. Su obra maestra, la Sagrada Familia, sigue siendo un símbolo de Barcelona y un testimonio de su genio creativo. Sin embargo, su vida terminó de manera trágica y prematura debido a un desafortunado incidente que conmocionó a la sociedad de su tiempo.
El 7 de junio de 1926, Gaudí fue atropellado por un tranvía en la Gran Vía de les Corts Catalanes, en Barcelona. Este accidente, que podría haber tenido un desenlace diferente, se convirtió en una tragedia debido a un malentendido fatal: Gaudí fue confundido con un mendigo y no recibió la atención médica inmediata que necesitaba.
El día del accidente, Antoni Gaudí, de 73 años, se dirigía a su habitual misa vespertina en la iglesia de Sant Felip Neri. Vestido con ropas sencillas y desgastadas, el arquitecto no se distinguía de los mendigos que frecuentaban las calles de Barcelona. Al cruzar la Gran Vía, un tranvía lo arrolló, dejándolo gravemente herido en el suelo.
Los transeúntes que presenciaron el accidente no reconocieron al ilustre arquitecto. Debido a su apariencia desaliñada, asumieron que se trataba de un mendigo y no se apresuraron a socorrerlo. Finalmente, fue trasladado al Hospital de la Santa Creu, pero el retraso en recibir atención médica adecuada resultó fatal. Gaudí falleció tres días después, el 10 de junio de 1926, a causa de las heridas sufridas.
El procedimiento para identificar a Gaudí fue complicado debido a la falta de documentos de identidad en su poder. Fue un sacerdote de la Sagrada Familia quien finalmente lo reconoció en el hospital. Este reconocimiento tardío añadió una capa de tristeza a la ya trágica situación, subrayando la ironía de que un hombre tan célebre pudiera pasar desapercibido en su propia ciudad.
Tras su muerte, se llevaron a cabo varios trámites para honrar su memoria. El funeral de Gaudí se celebró en la Basílica de la Sagrada Familia, donde miles de barceloneses acudieron a rendir homenaje al arquitecto. Fue enterrado en la cripta de la misma basílica, un lugar que él mismo había diseñado y que se convertiría en su descanso final.
La noticia de su muerte y las circunstancias que la rodearon causaron una gran conmoción en Barcelona y en el mundo de la arquitectura. La confusión que retrasó su auxilio fue ampliamente discutida en los medios de comunicación de la época, generando un debate sobre la necesidad de mejorar la atención a los accidentados en la vía pública.
En los años siguientes, la figura de Gaudí fue reivindicada y su legado, celebrado. La Sagrada Familia, aunque inacabada en el momento de su muerte, continuó su construcción gracias a los esfuerzos de numerosos arquitectos y artesanos que siguieron sus planos y su visión. Hoy en día, la basílica es uno de los monumentos más visitados del mundo y un símbolo de la creatividad y el ingenio humano.