El sigiloso submarino español más codiciado pasa por su prueba más crítica antes de su primera misión real

El sigiloso submarino español más codiciado pasa por su prueba más crítica antes de su primera misión real

Pronto comenzarán las pruebas de armamento, alistamiento general y alistamiento particular.

The Spanish Navy's S-81 submarine 'Isaac Peral' at the Spanish naval base in Cartagena.Bloomberg via Getty Images

La Armada recibió el 30 de noviembre de 2023 el submarino S-81 'Isaac Peral' en una ceremonia celebrada en el Arsenal de Cartagena en un acto calificado por Navantia como un "hito histórico que sitúa a España en la vanguardia tecnológica naval". No obstante, será a finales de este mes cuando está previsto que se firme el acta de entrega definitiva de este primer submarino de la Clase 80.

Mientras tanto, el submarino continúa en su base de Cartagena sometiéndose a las últimas operaciones de puesta a punto antes de poder entrar en servicio y realizar su primera misión real. La Verdad informa de que el prototipo de la serie de cuatro submarino submarinos diseñados y construidos en el astillero de Cartagena terminó hace quince días "otro ciclo de pruebas de mar posterior a la varada programada de verano".

En estos momentos, el buque vuelve a estar en manos de los ingenieros de Navantia, donde permanecerá hasta mediados de noviembre. Una vez se firme el acta de entrega definitiva, empezará el periodo de garantía y comenzarán las pruebas definitivas para su puesta a punto: las de armamento, alistamiento general y alistamiento particular.

Son los pasos habituales de cualquier barco para garantizar que esté listo para cumplir sus misiones de forma eficiente. Esta última fase de pruebas ha incluido navegaciones de varios días, en las que los ingenieros y técnicos de Navantia han trabajado en ajustar los equipos y sistemas del submarino tanto en la mar como en puerto.

"Reto industrial y tecnológico"

Navantia destaca que "el programa S-80 supone el mayor reto industrial y tecnológico afrontado nunca por la industria de defensa nacional, ya que un submarino es un sistema diseñado para operar autónomamente en un entorno muy hostil durante largos periodos de tiempo, por lo que requiere conocimientos altamente especializados en disciplinas diversas".

El imponente S-80 presenta una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, además de "capacidades únicas entre los submarinos no nucleares de la OTAN"

Gracias a su alto nivel de automatización es capaz de operar con una dotación de solo 32 personas y realizar misiones antisuperficie, antisubmarinas, ataque a tierra, operaciones a diversas profundidades, operaciones especiales y de evacuación de personal civil, recopilación de inteligencia o disuasión.