El secreto mejor guardado de las Pirámides de Egipto
Los antiguos egipcios establecieron un complejo sistema de administración para gestionar los recursos y la mano de obra.
Las pirámides de Egipto, especialmente las de Guiza, han fascinado a la humanidad durante milenios. Estas estructuras colosales, construidas hace más de 4.500 años, siguen siendo un enigma para arqueólogos y científicos. A lo largo de los años, se han propuesto numerosas teorías sobre cómo los antiguos egipcios lograron erigir estas maravillas arquitectónicas. Sin embargo, un descubrimiento reciente ha arrojado nueva luz sobre el mayor secreto de su construcción.
En un estudio pionero realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Wilmington, se ha revelado que las pirámides fueron construidas utilizando un antiguo afluente del río Nilo, ahora oculto bajo las arenas del desierto. Este descubrimiento ha cambiado radicalmente nuestra comprensión de los métodos de construcción empleados por los antiguos egipcios.
El afluente, conocido como Ahramat, se extiende a lo largo de 64 kilómetros y se utilizó como una vía navegable para transportar enormes bloques de piedra y otros materiales de construcción hasta los emplazamientos de las pirámides. Este hallazgo se realizó mediante una combinación de datos de radar por satélite, estudios geofísicos y sondeos del suelo. Los investigadores creen que este afluente fue crucial para la construcción de las pirámides, permitiendo el transporte eficiente de materiales pesados a través del desierto.
El proceso de construcción comenzaba con la extracción de bloques de piedra caliza y granito de las canteras situadas a lo largo del Nilo. Estos bloques, que podían pesar entre 2,5 y 15 toneladas, eran transportados a través del afluente Ahramat utilizando barcazas de madera. Una vez en el sitio de construcción, los bloques eran arrastrados sobre grandes trineos de madera, lubricados con agua para reducir la fricción.
La construcción de las pirámides requería una organización meticulosa y una planificación detallada. Los antiguos egipcios establecieron un complejo sistema de administración para gestionar los recursos y la mano de obra. Se cree que miles de trabajadores, incluidos artesanos, ingenieros y esclavos, participaron en la construcción. Estos trabajadores vivían en campamentos temporales cerca de los sitios de construcción, donde recibían alimentos, alojamiento y atención médica.
Las pirámides de Guiza, construidas durante el reinado de los faraones Khufu, Khafre y Menkaure, se erigieron en un período de aproximadamente 60 años, entre el 2550 y el 2490 a.C.. La Gran Pirámide de Khufu, la más grande de las tres, originalmente se elevaba a una altura de 147 metros y estaba compuesta por aproximadamente 2,3 millones de bloques de piedra. La pirámide de Khafre, construida alrededor del 2520 a.C., es conocida por la Esfinge, una estatua colosal con cuerpo de león y cabeza de faraón. La pirámide de Menkaure, la más pequeña, se completó alrededor del 2490 a.C. y se distingue por sus tres pirámides subsidiarias, conocidas como las pirámides de las reinas.
Además del uso del afluente Ahramat, los antiguos egipcios desarrollaron varias innovaciones tecnológicas para facilitar la construcción de las pirámides. Entre estas innovaciones se incluyen sistemas de rampas y poleas para elevar los bloques de piedra a mayores alturas. También se ha sugerido que utilizaron un sistema de elevación hidráulica para mover los bloques hacia las partes más altas de la pirámide. Estas técnicas demuestran el avanzado conocimiento de ingeniería y organización de los antiguos egipcios.
El descubrimiento del afluente Ahramat no solo ha proporcionado una explicación plausible para la construcción de las pirámides, sino que también ha abierto nuevas vías de investigación arqueológica. Los científicos creen que aún quedan muchos templos y estructuras por descubrir a lo largo de este antiguo cauce, lo que podría arrojar más luz sobre la civilización egipcia y sus logros arquitectónicos.