El remoto pueblo con la esperanza de vida de 100 años por los 5 hábitos de la dieta
El secreto para una vida más longeva es algo que el hombre ha buscado desde el principio de la civilización.
Las diferencias que existen entre los países con esperanzas de vida altas y bajas se pueden explicar por razones económicas, servicios sanitarios y hasta por la calidad de vida en general, además de otros factores cuantificables.
Sin embargo, no parece haber una explicación para que en los países desarrollados la expectativa de vida en promedio sea de 80 años y algunas personas, incluso en países menos desarrollados, lleguen a los 110 o incluso más años. Este es el caso de las tribus de Burusho y Waki situados en una zona montañosa del extremo norte de Pakistan, llamada Valle de Hunza.
La gente que reside en el Valle del Hunza durante toda su vida no padecen enfermedades graves, como por ejemplo el cáncer. Llegan a alcanzar los 100 años de vida con facilidad, mantienen una apariencia muy joven para su edad, gozan de muy buen humor, no conocen el estrés, y conservan la mayoría de sus facultades físicas y mentales hasta su fallecimiento. Precisamente por este motivo han sido objeto de numerosos estudios.
¿Está acaso la longevidad codificada en el ADN? ¿o hay algo más?
Las respuestas a estos hechos debemos buscarlas fundamentalmente en una alimentación ecológica vegetariana basada en frutos frescos crudos, con un aporte muy bajo en proteínas, y a las peculiares características del agua que consumen.
1. Comen aceite de albaricoque
La alimentación de los Hunza es eminentemente vegetariana, e incluye en un lugar muy especial el albaricoque, tanto fresco como seco. El albaricoquero es uno de los cultivos locales más importantes del valle. Casi todos los platos tradicionales de Hunzai incluyen aceite de albaricoque. Esta fruta tiene un alto poder antiinflamatorio y antioxidante, que ayuda a prevenir el envejecimiento celular y las enfermedades degenerativas.
2. Llevan una vida muy activa
Acostumbran a realizar mucho ejercicio físico debido a que tienen una vida muy activa. Es muy común ver a gente de más de 80 años fuera, incluso en invierno. Los miembros mayores de la familia siguen pastoreando sus vacas y ovejas, recogiendo leña y realizando otras tareas domésticas. También participan en actividades comunitarias como el "rajaki", que consiste en limpiar los canales de agua elevados cuando llega la primavera.
3. Beben agua de glaciar
Con respecto al agua que consumen, se sabe que beben el agua acumulada procedente del deshielo de los glaciares de las montañas que les rodean, siendo ésta de excelente calidad y envidiable pureza. A diferencia de otras fuentes de agua, esta agua glaciar está filtrada de forma natural por capas de hielo y roca y contiene minerales como el cuarzo que en su cultura son potentes antioxidantes
4. Rara vez comen alimentos procesados
Casi todos los trozos de carne que se comen en Hunza proceden de animales recién sacrificados en la zona. Las comidas suelen prepararse frescas en casa todos los días, y casi todos los hogares cultivan algún tipo de verdura. Las espinacas son especialmente populares, y otras favoritas como los tomates y las patatas se cultivan local y orgánicamente.
5. Tienen fuertes valores comunitarios.
Los barrios y pueblos están muy unidos y los habitantes de Hunza se cuidan unos a otros, sobre todo los más ancianos. Aquí no existen las residencias de ancianos. Los ancianos son muy respetados y atendidos por sus familias. El nivel de criminalidad es prácticamente nulo, por lo que es un lugar muy seguro para que los niños deambulen solos, incluso a edades tempranas.
Por lo tanto, este pueblo tiene mucho que enseñarnos acerca de cómo vivir más y mejor.