El refrán de Aragón que en el resto de España no entienden

El refrán de Aragón que en el resto de España no entienden

Es un clásico entre los refranes de esta comunidad autónoma. 

Bandera de Aragón.Getty

Las diferentes lenguas que conviven en nuestro país han propiciado que hayan surgido expresiones populares y refranes con fuerte calado entre la sociedad. Es común escuchar a una persona recurrir a un refrán para reflejar cierta idea, lo que da cuenta de la sabiduría popular y de la importancia de transmitir conocimientos de generación en generación. 

Entre todas las comunidades autónomas, Aragón también cosecha una buena lista de refranes conocidos por los oriundos de la región, pero que pocas veces se han oído en el resto de España. "El aragonés fino, después de comer tiene frío" es uno de los clásicos, el cual refleja la climatología aragonesa, con inviernos fríos, en los que uno puede sentir frío después de comer si la sobremesa se alarga y busca el calor del hogar y de los demás. 

"El cierzo que desayuna, come y cena dura una quincena" también es otro de los tradicionales de Aragón. El cierzo, el viento más característico de esta comunidad autónoma, es tan persistente que durante una quincena puede afectar al día a día y al ánimo de los aragoneses que tienen que aguantarlo. 

Un refrán muy aragonés 

Entre todos ellos, si hay un refrán muy de Aragón es: "El que de trapo llega a toalla no sabe donde colgarla". La expresión es una lección de vida y hace hincapié en la importancia de saber gestionar los éxitos y no caer en la prepotencia del poder. 

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Es importante ser consciente de los orígenes y, cuando estés arriba de la cima, tienes que tener los pies en el suelo y saber que el orgullo, la soberbia y la arrogancia no son los mejores aliados. Como bien dicen las personas que han sabido labrarse un futuro exitoso sin pisotear: "no hay que mirar a nadie por encima del hombro".