El pueblo de 133 habitantes más subestimado de España con un tesoro en Manhattan tiene premio
Muchas publicaciones coinciden en que este destino turístico "debe tenerse más en cuenta".
No hay que dejarse llevar por las apariencias. Fuentidueña, uno de los pueblos más pequeños de la provincia de Segovia, es un atractivo turístico. Tiene un hotel distinguido y su antiguo ábside románico está en Estados Unidos, donde fue llevado piedra a piedra.
En un artículo de la revista Viajar, recogido por el medio Segovia Audaz, se define a la localidad como "una villa con abundantes manantiales naturales que cuenta con un sinfín de monumentos que visitar". Entre ellos, el Palacio, la Casa de la Comunidad de Villa y Tierra y el Ayuntamiento, "una antigua casa señorial de la familia Lara".
"Para los amantes de la historia, tendrá especial interés la Necrópolis", apunta la publicación. "Localizada en la parte superior del recinto amurallado, excavado en la piedra y con esculturas antropomorfas con cientos de años de antigüedad". "Sin duda, un destino que debería tenerse más en cuenta".
En un texto compartido en la página web oficial de Turismo de Castilla y León, se define a la localidad como "naturaleza e historia se dan de la mano en la hermosa villa de Fuentidueña". "Su rica historia forjada durante siglos por las diferentes culturas que pasaron por ella, nos han dejado un legado patrimonial de excepción. Desde sus murallas a las iglesias, y el palacio de su pequeño centro urbano, todos los rincones de esta localidad guardan tesoros".
La publicación enumera alguno de los atractivos monumentales que se pueden disfrutar en la localidad.
El Ayuntamiento
Se trata de un edificio histórico situado en la plaza de la Villa. Estuvo emplazado un palacio durante el reinado de Da Urraca y Alfonso el Batallador. En la misma plaza se encuentra el Palacio de la Villa, construido en el siglo XV y residencia de D. Pedro de Luna y su familia.
Casas de la Comunidad de la Villa
La antigua cárcel de alfoz de Fuentidueña está adosada a la muralla, donde actualmente se reúnen los representantes de los 21 pueblos que integran la comunidad de villa y tierra.
Capilla del Pilar o de los Condes de Montijo
Junto al Palacio, declarado bien de interés cultural, fue erigida a instancia del conde de Montijo y nombrada capilla del Pilar por la devoción que sentía su esposa a la advocación. De acuerdo a la información difundida, se terminó en 1720, de estilo neoclásico, con una fachada simétrica de clásica sencillez de sillería caliza. Su portada está blasonada con un escudo de armas de los linajes de Montijo y Fuentidueña.
Iglesia de San Miguel
También declarado bien de interés cultural, "en su exterior se puede contemplar su pórtico de siete arcos bizantinos sobre columnas geminadas, en los que sus capiteles tienen decoración vegetal". Cuenta con tres puertas, la del pórtico, la del acceso al templo y la llamada Puerta de los Perdones.
Hospital de la Magdalena
Aunque, actualmente se encuentra en ruinas, "está pendiente de restauración". Está declarado bien de interés cultural y fue construido por disposición testamentaria de Doña Mencía de Mendoza hacia el 1540, para "la acogida de pobres y enfermos".
El Castillo
No existe "una claridad histórica" sobre su origen, pero parece que su construcción se remonta a los siglos XII y XIII. "Tuvo importancia con el reinado de Alfonso VII, quien asentó parte de sus cortes aquí". En los años setenta, el Ministerio de Hacienda subastó el castillo por un precio de 25.000 pesetas, pasando así a manos privadas. También está declarado bien de interés cultural.
Iglesia de Santa María la Mayor o del Arrabal
"Se dice que este lugar se edificó sobre los restos de una primitiva ermita en la que en el siglo XI se le fue añadiendo un tosco ábside de mampostería con bóveda de medio horno y otras capillas". Se trata de la Iglesia más antigua de la localidad segoviana. "En el interior es obligatorio destacar el retablo de la Virgen de la Asunción, presidido por la imagen de la Inmaculada y otro retablo situado en la capilla con una imagen barroca de la misma devoción".
Necrópolis
Formada por una sucesión de unas doscientas tumbas circundando la iglesia de san Martín, talladas en roca, antropomorfas, datan desde el siglo X hasta el siglo XVII.
Hospital de San Lázaro
Según la publicación, su fundación data del siglo XII, cuya función primitiva era la atención de los leprosos, "pasando a socorrer por una noche a pobres, salvo que estuvieran enfermos y necesitarán más días, siempre que acreditasen que no eran gentes de mal vivir". Desde principios del siglo XX, es una vivienda privada.
Convento Franciscano San Juan de la Penitencia
Su primera construcción data del siglo VI, siendo habilitado por los frailes de San Juan Bautista o de la Penitencia. Estuvo abandonado durante más de 100 años, siendo reconstruido en 1162.
