El plato icónico español que obsesionó a Charlie Chaplin (alias 'Charlot')
No solo era un deleite para el paladar de Chaplin, sino que también representaban un vínculo con la cultura y las tradiciones españolas que tanto admiraba.
En el mundo del cine, pocos nombres resuenan tanto como el de Charlie Chaplin, conocido cariñosamente como ‘Charlot’. Sin embargo, más allá de su icónica carrera cinematográfica, Chaplin tenía una conexión especial con España, un país cuya cultura y gastronomía lo cautivaron profundamente. Esta fascinación se explora en detalle en el libro “Una paella para Chaplin”, escrito por el periodista y autor Alfonso Vázquez.
La novela humorística de Vázquez se centra en la estancia de varios talentos españoles en Los Ángeles durante los últimos años de la década de 1920 y principios de los 30. Entre estos personajes destaca el Duque de Alba, quien jugó un papel crucial en la introducción de la cultura española en Hollywood. Como secretario de la Embajada de Washington, el Duque de Alba tenía numerosos contactos en la industria cinematográfica y logró hacerse amigo de Charles Chaplin, quien en ese momento era una de las figuras más famosas del mundo, junto a Mickey Mouse.
Chaplin, conocido por su amor por la cultura española, disfrutaba de diversas tradiciones y platos típicos del país. Entre sus favoritos se encontraba el cocido madrileño, un guiso tradicional que le encantaba. Sin embargo, fue la paella, un plato icónico de la gastronomía española, la que realmente capturó su corazón. Según el autor, Chaplin tenía una abuela medio gitana, lo que podría explicar su afinidad por el flamenco y otras tradiciones españolas. En sus reuniones con amigos, Chaplin solía escenificar corridas de toros y disfrutar de la música flamenca, mostrando así su profundo aprecio por la cultura española.
La paella, un plato originario de la Comunidad Valenciana, se convirtió en una obsesión para Chaplin. Este arroz cocinado con diversos ingredientes como mariscos, pollo, conejo y verduras, era preparado con esmero por Tono, un amigo cercano de Chaplin. Tono también le cocinaba tortillas de patatas, otro plato típico español que Chaplin disfrutaba enormemente. Estas comidas no solo eran un deleite para el paladar de Chaplin, sino que también representaban un vínculo con la cultura y las tradiciones españolas que tanto admiraba.
El libro de Vázquez no solo destaca la pasión de Chaplin por la paella, sino que también ofrece una visión humorística de la vida en Hollywood durante esa época. A través de anécdotas y relatos, el autor pinta un cuadro vívido de cómo los intelectuales y artistas españoles se integraron en la vida de Los Ángeles, siguiendo los pasos del Duque de Alba. La influencia de estos personajes en la industria cinematográfica y su interacción con figuras icónicas como Chaplin subraya la importancia de los intercambios culturales en el desarrollo del cine.
A través de su amor por la paella y otras tradiciones españolas, Chaplin demostró que la cultura puede trascender fronteras y unir a personas de diferentes orígenes. Este libro es un testimonio de cómo la comida y la cultura pueden influir en la vida de una de las figuras más emblemáticas del cine mundial.