El motivo por el que jamás deberías meter sartenes y ollas en el horno

El motivo por el que jamás deberías meter sartenes y ollas en el horno 

Esta práctica tan habitual podría desembocar en episodios fatales.

Una sartén dentro del hornoGetty Images

Es una de las prácticas más extendidas en gran parte de los hogares y pese a que todos lo hemos hecho alguna vez, no es nada recomendable. Guardar utensilios de cocina como ollas y sartenes en el horno -cuando este está apagado-, a diferencia de lo que se cree, puede ser muy peligroso.

Para evitarlo, en primer lugar es necesario saber qué consecuencias pueden tener este tipo de gestos tan habituales y por qué es más que aconsejable no hacerlo.

Antes de nada hay que señalar que, evidentemente, el horno no está pensado ni diseñado para guardar objetos en su interior, ya que su función es otra. Además, su diseño está planteado para repartir el calor generado de forma homogénea por todo su interior, por lo que es necesario revestir sus paredes, algo clave en el por qué no es recomendable esta práctica, ya que se pueden ocasionar desperfectos y daños como roces, golpes o raspaduras en el horno.

Qué no meter en el horno

En primer lugar y como ya hemos explicado, es fundamental evitar introducir sartenes y ollas por un motivo principal. Al ser objetos cotidianos y que se usan con gran frecuencia, lo normal es abrir y cerrar muchas veces la puerta del horno, algo que puede hacer que esta pierda su ajuste con el paso de tiempo.

Por otro lado pero no menos importante, está la posibilidad de que, a consecuencia de ello, se produzcan fugas de calor no deseadas por la cocina, según indica  la web Mui Kitchen.

Plásticos

En segundo lugar se encontrarían los utensilios que cuentan con plástico en su producción, ya que el calor emitido por la propia cocina puede adentrarse en el horno y con ello dañar el plástico, haciéndolo más flexible.

Pero eso no es lo más importante, ya que el principal problema de esto es que estos objetos pueden desprender pequeñas tiras de plástico derretido y con ello, verter partículas nocivas por todo el horno además de dañar el revestimiento y disminuir la eficacia del en el consumo de energía.

Papel y cartón

En último lugar estaría el papel y cartón. Quizá se trate del material más peligroso que se puede introducir en el horno, ya que, en caso de que por algún motivo se nos olvidara sacarlo del horno, estos materiales son tremendamente inflamables, lo que podría derivar en un incendio, algo que no ocurre por ejemplo con el papel de horno, pensado estrictamente para ser utilizado en dicho electrodoméstico.