El millonario español que a los 21 años se la jugó con una app innovadora revela su gran secreto

Con 21 años, a Óscar Pierre se le ocurrió crear una aplicación que ofreciera a los ciudadanos la oportunidad de que otros hagan recados por ellos. Una idea innovadora con la que consiguió convencer a cuatro inversores, de quienes obtuvo 22.000 dólares para llevar a cabo su proyecto.

Así nació Glovo, una empresa de entregas a domicilio que está presente en 25 países. Además de comida, el producto más extendido, los usuarios piden todo tipo de cosas. En una entrevista concedida a Gestión, cuenta una usuaria llegó a contratar el servicio solo para que alguien fuera a su casa a despertar a su marido para que no perdiera un vuelo. “Básicamente hice de despertador”, bromea.

La edad, clave para asumir el riesgo

Pierre reconoce que la financiación fue lo más complicado porque los inversores le veían "muy lejos, como una empresa pequeña o incapaz de competir", lo que le llevó a estar a punto de abandonar el proyecto. Sin embargo, su temprana le facilitó superar esto y seguir apostando por sus sueños, ya que tenía poco que perder. "Vivía en la casa de mis padres, tenía cero egresos, no tengo hijos ni hipotecas", asegura.

Y lo cierto es que no le ha ido nada mal, ya que su patrimonio neto este año, según una lista publicada por El Mundo, es de 170 millones de euros. La clave para esto ha sido rodearse siempre de gente preparada y competente: "Hay que ser consciente de que uno no sabe nada y dejarlos tomar todas las decisiones a ellos, enfocarte en alinear y motivar al equipo, traer capital e inversiones".

Sin embargo, el dinero no es algo que le motive demasiado, ya que los obstáculos que ha tenido que superar le han enseñado que "tener demasiado dinero es muy peligroso. Te hace vago y relajarte".

Polémicas condiciones laborales

En abril Glovo fue noticia después de que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social emitiera un informe a la Fiscalía General del Estado poniendo en conocimiento la actuación de las sociedades mercantiles de Glovo por considerar que "podría ser constitutiva de un delito contra los derechos de los trabajadores".

Según confirmaron a EFE fuentes del Ministerio de Trabajo, que esta empresa podría vulnerar el Código Penal "por no atender los requerimientos que se le han realizado para que reconozca como trabajadores por cuenta ajena a sus repartidores" en cumplimiento de la denominada ley "rider".

Asimismo, un reciente informe elaborado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y de la Universidad de Oxford, en el que ha participado también Comisiónes Obreras, ha revelado que siete empresas, entre las que se encuentra Glovo, no cumplen unos estándares mínimos de trabajo justo, ya que la mayoría de sus empleados tienen que echar entre 60 y 70 horas semanales para llegar o superar ligeramente el salario mínimo interprofesional (SMI).

"Además, ninguna de las siete plataformas analizadas pudo demostrar que proporciona una retribución vital decente, por encima del salario mínimo", se extrae del estudio. Esta retribución, según sus criterios, debería oscilar entre 9,7 y 9,9 euros netos por hora efectiva de trabajo.