El mal de la lengua azul que aterra a ganaderos: "De un día para otros se me mueren las ovejas"

El mal de la lengua azul que aterra a ganaderos: "De un día para otros se me mueren las ovejas" 

La epidemia que está diezmando los rebaños de la Serra de Tramuntana convierte la incertidumbre en el nuevo enemigo de los pequeños ganaderos.

Un rebaño de ovejas pasta junto a una zona turística de la isla de Mallorca.Clara Margais

Jeroni Bisbal, ganadero en la Serra de Tramuntana, nunca imaginó que una enfermedad como la lengua azul acabaría con parte de su rebaño en cuestión de días. De los 15 animales que cuidaba en su finca de Son Ferragut, en Sóller, ya ha perdido cuatro. "De un día para otro se me empezaron a morir las ovejas", cuenta al Diario de Mallorca mientras examina las pocas que le quedan. La lengua azul, una enfermedad que se transmite por la picadura de un mosquito, se ha extendido por la zona, especialmente tras la DANA que azotó Mallorca a mediados de agosto. Bisbal y otros ganaderos de la comarca creen que las corrientes de aire trajeron el mosquito desde la Península.

En Sóller y sus alrededores, el brote ha sido especialmente agresivo. Los mayores focos de la enfermedad se encuentran entre Son Angelats y Llucalcari, donde algunas fincas han perdido hasta 10 animales de rebaños que apenas llegan a 25 ovejas. "La enfermedad provoca entre el 30 y el 50% de muertes en los rebaños", lamenta Bisbal, quien ha tenido que enterrar a sus ovejas con cal viva.

Los laboratorios autorizados para elaborar la vacuna en España trabajan a contrarreloj, pero las primeras dosis no se esperan hasta diciembre

La situación es crítica para los ganaderos, que poco pueden hacer mientras esperan la llegada de las vacunas. Los laboratorios autorizados en España trabajan a contrarreloj, pero las primeras dosis no se esperan hasta diciembre. Hasta entonces, los propietarios solo pueden aplicar tratamientos antiparasitarios y llevar un control sanitario riguroso. La lengua azul, que actúa con rapidez, no deja margen de maniobra: “Hasta que no me encontré con las ovejas muertas, no supe que era esta enfermedad”, dice Bisbal.

El virus no solo está afectando a la producción de carne. En la Serra, las ovejas cumplen un papel vital en el mantenimiento de los olivares, manteniendo el terreno limpio de malas hierbas. "No es que sea rentable tener ovejas", explica Bisbal. "En 1975 pagaban 5.000 pesetas por cada oveja en el matadero; hoy apenas dan 35 euros". Además, con la falta de mataderos en la isla, solo queda uno, el negocio resulta aún menos viable.

Hasta ahora, ya se han confirmado 40 focos de lengua azul en Baleares. La conselleria de Agricultura se prepara para actualizar los datos de la afectación y organizar la distribución de las vacunas en cuanto estén disponibles.