El laberinto subterráneo de Gibraltar cargado de munición
La red de túneles del interior del Peñón tiene unos 52 kilómetros de longitud.
Gibraltar ha sido a lo largo de la historia un punto estratégico para los conflictos bélicos. De hecho, durante la II Guerra Mundial se convirtió en el refugio de las tropas gracias a su gran red de túneles subterráneos.
Fueron construidos por encargo de Churchill y cuentan con cerca de 52 kilómetros de longitud, algo llamativo pues Gibraltar tiene apenas 7 kilómetros cuadrados. Pero no solo eso, sino que debajo de la tierra también hay una cámara secreta que servía para informar de la situación de la guerra. Sin embargo, y pese a su importancia para Reino Unido, no se supo de su existencia hasta el año 1997.
Este laberinto subterráneo tenía la capacidad de acoger a unos 16.000 soldados en caso de bombardeo. Además, contaba con dependencias suficientes como para que los soldados pudieran sobrevivir durante 16 meses: hospital, central eléctrica, potabilizadora de agua, almacén de armas...
Pero perderse por el interior de estos túneles era una tarea muy sencilla. Así que para que los soldados se ubicasen, decidieron poner nombre a cada túnel. Utilizaron nombres de ciudades para cada una de las calles.
Lugar turístico
Desde el año 2005, Gibraltar permite a los turistas visitar los túneles de la II Guerra Mundial. De este modo, todos los interesados pueden ser testigos de cómo se vivieron esos años de guerra en el interior del laberinto subterráneo, así como de la proeza de los británicos al construirlo.
El horario de apertura es de lunes a domingo de 9:00 a 18:15 horas. Y la visita está incluida en la tarifa de acceso a la Reserva Natural del Peñón de Gibraltar, que cuesta 18 libras esterlinas para adultos y 12 para los niños de entre 5 y 11 años.