El crimen de Marta del Castillo cumple 15 años sin caer en el olvido
Las entrañas de un teléfono: la última esperanza para encontrar el cuerpo.
La joven sevillana Marta del Castillo fue asesinada el 24 de enero de 2009, cuando tenía 17 años, un crimen por el que Miguel Carcaño, que había sido su novio, cumple una condena de 21 de cárcel y que 15 años después no ha caído en el olvido.
La familia de Marta ha convocado este martes, ante las puertas de la Audiencia de Sevilla, una concentración para recordar a la joven y reclamar que continúe la investigación para lograr encontrar su cuerpo, tras numerosas búsquedas infructuosas durante estos años, dificultadas por las diferentes versiones que dio Carcaño de lo sucedido esa noche.
La última esperanza de la familia de Marta es un informe pericial del teléfono móvil del asesino, que fue clonado por una empresa especializada, y sobre el que está trabajando la Policía. Manuel Huerta, consejero delegado de Lazarus Technology presentó en el juzgado su informe pericial, en el que señala hasta seis nuevos posicionamientos del teléfono de Carcaño o de su tarjeta, aunque no se puede precisar ni la fecha ni la hora en la que se registraron esas localizaciones.
El informe concreta que el aparato y/o su tarjeta estuvieron en Dos Hermanas, en la autovía del Sur; entre San Jerónimo y Pino Montano, junto al parque del Higuerón Sur; en la zona del asentamiento chabolista de El Vacie, junto al cementerio de San Fernando; en la avenida del Doctor Fedriani con Juventudes Musicales; en la calle Luis Montoto con Luis de Morales, cerca de la avenida de Kansas City y cerca de la avenida Biología, entre calles Luna y Termodinámica.
Tampoco se ha podido determinar en el informe, de 138 folios y nueve anexos documentales, si los desplazamientos corresponden a la noche del 24 de enero de 2009 o a la madrugada siguiente, cuando la joven fue asesinada y su cadáver enterrado o abandonado en un sitio no determinado.
Este informe es consecuencia de la decisión del juzgado de Instrucción número cuatro de Sevilla, que atendió una petición de la familia para que la línea de investigación de la búsqueda del cuerpo de la joven abarcase también los "datos crudos" de teléfonos móviles relacionados con los hechos.
Desestimado investigar otros móviles
En septiembre de 2022, el juzgado emitió un auto dando cuenta de los "informes emitidos por las operadoras" de telefonía móvil respecto a los terminales de Miguel Carcaño y Marta del Castillo, para su traslado al perito designado a fin de que el mismo "presente informe, acordándose el archivo de esta pieza en tanto se remita" dicho informe.
Por su parte, la Sección Tercera de la Audiencia decidió en octubre de 2022 excluir el acceso de los datos "crudos" de los móviles de otras personas juzgadas por el crimen, como el hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado, y su novia María García Mendaro, el amigo del asesino Samuel Benítez y de Francisco Javier García, alias 'El Cuco'.
Los tres primeros fueron absueltos tras el juicio celebrado en 2011 contra los adultos acusados por este crimen, mientras en el caso de 'El Cuco', fue condenado por un Juzgado de Menores por encubrir el asesinato perpetrado por Carcaño y en 2022, el Juzgado de lo Penal número 7 le condenaba, ya como adulto junto a su madre, a dos años de cárcel por un delito de falso testimonio.
Quince años después de aquel fatídico 24 de enero de 2009 los familiares de Marta siguen sin saber qué le pasó realmente a la joven y dónde está su cuerpo, y mientras apuran las últimas esperanzas, su asesino, que ha cambiado hasta siete veces su versión de lo ocurrido, permanece recluido en la prisión de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real.
Allí trabaja en la panadería, donde recibe un sueldo mínimo que, al menos durante un tiempo, fue utilizado para pagar la indemnización y el pago de la búsqueda a los que fue condenado tras el crimen. Desde 2017 mantiene la versión de que fue su hermano quien mató a Marta cuando ésta medió en una pelea entre ambos por los impagos de la hipoteca.
Miguel Carcaño saldrá libre en 2030 y, por ahora, solo en las entrañas de un teléfono móvil puede que esté la última esperanza de una familia que solo quiere saber la verdad en torno a la muerte de Marta del Castillo.