Dos etarras reconocen su participación en un atentado en la Universidad de Navarra en 2008
Se les acusa de un delito de robo de vehículo de motor de carácter terrorista, otro de estragos terroristas y 103 faltas de lesiones. La Fiscalía pide 21 años de cárcel.
Dos antiguos miembros de la organización terrorista ETA han aceptado este lunes su participación en un atentado con coche bomba perpetrado el 30 de octubre de 2008 en la Universidad de Navarra, que causó numerosos heridos y abundantes daños materiales.
La Audiencia Nacional ha acogido el juicio a Iurgi Garitagoitia y Joanes Larretxea, que integraron el comando Ezuste y quienes ya acumulan elevadas condenas de prisión por otros atentados, como el que acabó con la vida del empresario Ignacio Uría.
Con una petición de la Fiscalía de 21 años de cárcel, ambos se han sentado en el banquillo acusados de un delito de robo de vehículo de motor de carácter terrorista, otro de estragos terroristas y 103 faltas de lesiones. La acusación particular, por su parte, eleva su petición de condena al considerar que incurrieron en varios delitos de lesiones terroristas.
Al inicio del juicio, ambos se han limitado a admitir el escrito de acusación de la Fiscalía. "Solamente quiero decir hoy y aquí que reconozco los hechos", ha dicho el primero. "Sí, reconozco los hechos", ha apostillado el segundo.
Garitagoitia y Larretxea, detenidos en 2009 en Francia, están acusados de planear, entre octubre de 2008 y febrero de 2009, detonar un coche cargado de explosivos en el aparcamiento del campus de la Universidad de Pamplona, frente a la biblioteca de Humanidades.
Según el fiscal, el 29 de octubre robaron un vehículo en Zumaia (Guipúzcoa) y cargaron en su maletero un artefacto de iniciación eléctrica y activación temporizada. Al día siguiente, lo aparcaron en el citado campus, donde explosionó a las 11 de la mañana "causando lesiones a 168 personas que debieron ser atendidas en los distintos centros médicos de la localidad".
Varios agentes de las fuerzas de seguridad que han declarado en el juicio han apuntalado los indicios de que el comando Ezuste estaba tras esta acción terrorista, que en un principio -según han explicado- no buscaba causar tantos daños, si bien hubo un fallo de comunicación por parte de la organización.
Uno de ellos ha mencionado una anotación hallada en la agenda de Mikel Garikoitz Aspiazu, Txeroki, que hacía referencia a una cita con "Ezu", referencia que, infiere la Guardia Civil, aludía a Ezuste, aunque esta cita no se materializó porque fue detenido en diciembre de 2008.
También han aludido al hallazgo policial de una comunicación que se dirigía a este comando y que llevaba una firma que los agentes atribuyeron al órgano de dirección de ETA Militar.
En referencia al atentado perpetrado en la Universidad de Navarra, un agente ha explicado que ETA se refería al Opus Dei como el "enemigo" porque dicho centro universitario había formado a periodistas "con bastante prestigio" y la banda consideraba que no atendían "a su causa desde los medios".
Sus explicaciones han contribuido a que la Fiscalía y la acusación particular hayan elevado a definitivas sus conclusiones y su petición de condena, al considerar que hay "prueba de cargo suficiente".
La explosión causó numerosos desperfectos materiales y afectó a 98 vehículos, al ala derecha del edificio principal de la universidad y otros inmuebles. También ocasionó un cráter en el asfalto de 154 cm de ancho, 27 cm de largo y 10 cm de profundidad. El gasto tasado para la reparación de los daños ascendió a 2,1 millones de euros.