Dónde está y de qué año es el castillo descubierto por sorpresa en España
Se encuentra amenazado por la proyección de un parque eólico y una estación eléctrica.
Lo que se pensaba que era una fortificación de la Edad del Hierro, denominados castros, ha resultado ser un castillo bajomedieval que contaba con una muralla de 1,2 kilómetros y alrededor, nada menos, que de 30 torres. Los torreones estaban cubiertos por tejados similares a los de la muralla de Lugo (Galicia), según informa este martes el diario EL PAÍS.
La investigación que ha consolidado el hallazgo ha corrido a cargo de la Universidad de Santiago de Compostela. El grupo de trabajo Síncrisis de dicha institución ha realizado un informe en el que detalla todo el proceso de estudio que lleva por título Buscando un castillo altomedievalentre la vegetación. El caso de Castro Valente, que puede consultarse online aquí. El hallazgo se encuentra entre los municipios de Padrón (a Coruña) y A Estrada (Pontevedra).
El castillo, que ha aflorado bajo la vegetación gracias a fotografías con láser tomadas con un dron, era conocido como Castro Valente, data de entre los siglos V y VII después de Cristo, y se estima que pudo tener una extensión cercana a las diez hectáreas. Sus muros, que en algunos puntos se ha podido comprobar que llegan a tener hasta cuatro metros de grosor, se encuentran sin embargo seriamente dañados debido a la acción humana.
Las causas del deterioro se deben, principalmente, a las repoblaciones forestales y a la apertura de un cortafuegos. Los investigadores citados por EL PAÍS se quejan de que las acacias y pinos impiden identificar y localizar con exactitud las diferentes partes del castillo, de cuyos accesos solo ha podido ser localizado in situ, el del lado suroeste.
Sin embargo, hay otros dos motivos que amenazan su preservación de este enclave. Por un lado destaca la instalación de cuatro aerogeneradores y una subestación en las laderas noroeste y sur del monte, lugar en el que se encuentra el yacimiento. El segundo riesgo es el proyecto de ejecución de una línea de transporte aéreo de energía que conllevaría la colocación de seis torres que rodearían buena parte del muro.
Estos factores, junto con la erosión natural del terreno y el reaprovechamiento de los materiales para la construcción a lo largo de la historia por parte de otros pobladores, han afectado gravemente a su conservación. De hecho, aunque había constancia en algunos estudios y escritos históricos de la existencia de este asentamiento, no ha sido hasta hace poco que se ha descubierto su verdadera magnitud. Siempre estuvo adscrito a épocas anteriores, a la denominada como Edad del Hierro.
En total, los investigadores han realizado tres prospecciones, y han hallado restos de varias fuentes de agua, una capilla y restos de tejas y cerámica de tradición romana.