Documentos escondidos para los nazis revelan un secreto sobre la Antártida

Documentos escondidos para los nazis revelan un secreto sobre la Antártida

Las imágenes se han recuperado ocho décadas después.

Glaciar en la AntártidaAnadolu vÍa Getty Images

La Segunda Guerra Mundial encierra, más allá de dolor y muerte, historias fascinantes. Una de ellas tiene que ver con la Operación Weserübung, en la que las tropas de Hitler invadieron tanto Noruega como Dinamarca.

Todo sucedió a las 2:15 horas del 9 de abril de 1940, cuando el ejército nazi entró en territorio noruego. Una de las primeras decisiones de las tropas noruegas para defender el país fue la de esconder todos los documentos estratégicos que pudieran utilizar en su favor los soldados comandados por Hitler.

Entre esos documentos que se ocultaron se incluyeron unas fotografías aéreas de la Antártida Oriental que habían sido realizadas tres años antes. Las mismas se guardaron en un cajón del Instituto Polar Noruego de Tromsø… y el objetivo de que no fueran encontradas se cumplió con creces, ya que no han sido recuperados hasta ahora, ocho décadas después.

Las imágenes han acabado siendo valiosas para los científicos de la Universidad de Copenhague: han permitido estudiar la evolución de los glaciares situados a lo largo de unos 2.000 kilómetros de la costa de la Antártida Oriental.

El estudio, que ha sido publicado recientemente en la revista Nature Communications, ha extraído como conclusión que el hielo continental se ha mantenido relativamente estable en la región durante los últimos 85 años, una muy buena noticia.

Mads Dømgaard, estudiante de doctorado y primer autor del artículo, ha destacado al respecto que “mientras escuchamos constantemente sobre el cambio climático y nuevos récords de derretimiento del hielo, es reconfortante observar un área de glaciares que se ha mantenido estable durante casi un siglo”.

No obstante, Dømgaard sí que ha explicado que “nuestros resultados también indican un debilitamiento del hielo marino, lo que hace que las lenguas de hielo flotantes de los glaciares sean más vulnerables e incapaces de crecer tanto como en las primeras imágenes aéreas de 1937”.