Los difuntos sí hablan: 3 datos asombrosos sobre la desconocida ciencia forense
Se trata de una disciplina que puede recabar información importante pese a que la persona no esté viva.
La ciencia forense es la disciplina en la que se aplican métodos y técnicas de investigación científica para así reconstruir hechos (habitualmente delictivos) e identificar la presencia de uno o varios sujetos en los mismos.
En ese sentido, cabe destacar que esa reconstrucción de hechos no se efectúa únicamente en base a los testimonios y las pruebas de personas vivas, sino que existen técnicas para que hasta los difuntos puedan ‘hablar’ y arrojar luz sobre lo ocurrido.
Una de esas formas de que una persona fallecida ‘hable’ es su huella dactilar. A través de la misma se puede afirmar si una persona ha participado o no en una acción, ya que la huella dactilar de cada persona es única. Lo único necesario es identificar la huella dactilar de una persona fallecida y cotejarla con las huellas dactilares existentes en el escenario de los hechos.
Otra posibilidad es que en el cuerpo de la persona sin vida hayan quedado restos de otra persona u objetos que puedan confirmar la participación de un fallecido en una acción. En este supuesto, se utilizan los microscopios electrónicos.
Asimismo, también se puede recurrir al análisis del ADN para reconstruir acciones en las que haya estado presente un difunto. Cada persona tiene su propio ADN (solo es idéntico en el caso de los hermanos gemelos monocigóticos) y el mismo se puede encontrar en casi todas las células del cuerpo, como, por ejemplo, el pelo.