Descubren un artefacto de casi 2000 años de antigüedad que abre una incógnita sobre un rey histórico
El hallazgo relacionado con Alejandro Magno ya es de por sí impresionante. Pero el descubrimiento se hace más asombroso cuando se tiene en cuenta que no se sabe cómo podría haber llegado a este lugar.
Dos entusiastas daneses de la arqueología paseaban con un detector de metales por los alrededores de Ringsted, en la isla de Selandia, Dinamarca, cuando hicieron un descubrimiento sorprendente: un objeto de bronce con una antigüedad de más de 1800 años, con el rostro de Alejandro Magno, según anunció el Museo West Zealand. Tras el hallazgo, se inició una investigación para determinar su procedencia y cómo llegó hasta ese lugar.
El artefacto de bronce tiene un diámetro que oscila entre los 26 y 28 milímetros, y en uno de sus lados se puede apreciar el retrato de Alejandro Magno. "¡Increíble y misterioso hallazgo en el campo! Finn Ibsen y Lars Danielsen recorrían un campo en Ringsted con un detector de metales cuando, de repente, se toparon con esto", compartieron desde la cuenta oficial de Facebook del museo, acompañando la publicación con una imagen del objeto y una foto de los descubridores.
Según informaron, se trata de un artefacto de bronce peculiar y pequeño, de entre 26 y 28 milímetros de diámetro. En una de sus caras, se encuentra el retrato de Alejandro Magno, cuyo imperio, el Reino de Macedonia, se extendió desde Grecia hasta la India en el siglo IV a.C. Expertos en arqueología estiman que el objeto tiene más de 1800 años de antigüedad, datando aproximadamente del año 200 d.C.
"Es realmente emocionante encontrarse con este pequeño disco de bronce, que demuestra que incluso los objetos arqueológicos más diminutos pueden albergar historias asombrosas", comentó Freerk Oldenburger, arqueólogo del museo, quien se sintió "abrumado" al ver el artefacto por primera vez.
El artefacto de bronce encontrado cerca de Ringsted también presenta restos de plomo en los mechones de pelo ondulado y los cuernos de carnero junto a las orejas. "Es fantástico. No es común encontrar referencias a Alejandro Magno aquí en Escandinavia. Es un descubrimiento único en esta región, vinculado a una de las figuras más destacadas de la historia mundial", expresó Oldenburger a TV2 Øst, un medio local.
La sorpresa de los expertos no solo radica en el hallazgo en sí, sino también en el lugar donde se encontró. Las tierras de Dinamarca nunca estuvieron bajo el dominio del imperio de Alejandro Magno, que existió entre el 336 a.C. y su fallecimiento en el 323 a.C., a la edad de 32 años.
El poder militar que ejerció Magno durante ese período sirvió de inspiración para muchos emperadores romanos posteriores, quienes lo veneraron en los siglos siguientes. Incluso el emperador Caracalla, que reinó entre el 198 y el 217 d.C., se consideraba la reencarnación del antiguo rey macedonio.
"Alejandro se convirtió en una figura legendaria utilizada para justificar el poder. Muchos gobernantes posteriores querían vincularse con su grandeza mostrando su rostro", explicó el arqueólogo Oldenburger. Aunque el retrato del artefacto es similar a uno encontrado en el yacimiento arqueológico de Illerup Ådal, en la Dinamarca continental, aún se desconoce cómo llegó a la isla.
Inicialmente, los investigadores intentan determinar si el objeto fue elaborado por los romanos, quienes usaban una aleación que contenía plomo para hacer estatuillas. En este sentido, una de las teorías sobre su llegada a un campo en Dinamarca se relaciona con las relaciones comerciales que los romanos mantenían con los pueblos germánicos de la región. Sin embargo, tampoco descartan la posibilidad de que haya sido creado por los propios pueblos germánicos, lo que plantea interrogantes sobre el significado de la figura de Magno para ellos.