Piden derribar una villa de lujo por pasarse solo 30 centímetros de altura

Piden derribar una villa de lujo por pasarse solo 30 centímetros de altura

"Sólo faltaba una encimera de cocina", lamenta el responsable de tirarla abajo. "Estaba listo para entrar a vivir", añade.

Excavadora derribando una vivienda.Getty Images

Lo ocurrido con una vivienda de lujo permite hacerse una idea de la necesidad de contar con una buena planificación y cumplir con todos los requisitos, condiciones y factores que obliga la administración en materia de construcción y urbanismo. Hasta el mínimo detalle y cada cifra importa. Hasta si se trata de unos 30 centímetros.

Esa ha sido la pequeña distancia o tamaño que ha acabado con la demolición de una lujosa villa cuyo precio asciende a varios millones de coronas -la moneda danesa, país en el que se ha registrado este conflicto-. 

Se trata de una lujosa construcción de 286 metros cuadrados con ocho habitaciones y dos baños que nunca ha podido ser disfrutada antes de sucumbir bajo la pala de la maquinaria pesada de demoliciones. Pero, ¿qué es lo que ha incumplido concretamente?

Por pasarse 30 centímetros

Según recoge la cadena danesa TV2 Ostjylland, estamos ante un conflicto que arrastra ya una década de tiras y aflojas, que comenzó con la denuncia de un vecino de que se estaba construyendo en unos cimientos que sobrepasaban el límite permitido en 30 centímetros. Pero eso no evitó que se continuase con la construcción del inmueble del que ya se había advertido que sería ilegal.

Tras una orden de detención, un informe policial, una sentencia del tribunal y multas diarias, todo dio un giro al subastarse la propiedad a un vecino -subasta forzosa- en enero de este año. Independientemente, la demolición acabó materializándose. "Es un caso muy especial. Hasta la fecha, es la casa más nueva que hemos derribado. Estaba listo para entrar a vivir. Sólo faltaba una encimera de cocina", lamentó, en declaraciones a la citada cadena, Mathias Sørensen, director de MS Entreprenør, el responsable de la demolición.

Titania
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Santander

"Es un poco triste y duele un poco. Hay tantos recursos que es necesario derribar nuevamente. Y luego duele un poco que se pudo ver que era una familia con niños la que se suponía que se mudaría aquí, pero nunca llegó a concretarse", opina Sørensen.