Demasiado caros, grandes y anticuados: Alcampo comienza su transformación

El grupo Auchan, del que es filial Alcampo, no está viviendo sus mejores momentos. La empresa va a cerrar tres hipermercados en Francia, lo que supondrá la eliminación de más de 2.000 puestos de trabajo. Esto se debe a la falta de clientes, que prefieren acudir a establecimientos más pequeños.

"El problema con los grandes hipermercados es el tiempo que se pierde. Recorrer toda la tienda puede tomar casi diez minutos", comenta en Europe 1 un comprador ocasional llamado Fabrice. "Es más fácil cuando es un lugar más pequeño", añade otro cuyo nombre es Bernard.

El estado de las instalaciones es otro factor que influido en la pérdida de clientes, quienes creen que la tienda está anticuada y es poco acogedora. Isabelle, empleada en el hipermercado durante los últimos cuatro años, señala la falta de tráfico de clientes como un problema clave: "Incluso hay vagabundos frente a la puerta. Todo esto influye en la decisión de la gente".

No obstante, el precio es el principal motivo que lleva a clientes como Sandra a abandonar Auchan. Prefiere comprar en Lidl, situado a menos de 2 kilómetros, y donde llenar su carrito le cuesta entre 50 y 60 euros menos. "Hoy en día, eso marca una gran diferencia", asegura.

Impacto en los empleados y críticas desde el gobierno

Para los trabajadores de Auchan, el anuncio ha sido un golpe devastador, ya que esta decisión conllevará la eliminación de unos 2.400 puestos de trabajo en Francia. Muchos esperan que ser trasladados otros establecimientos o recibir planes de jubilación anticipada. 

El impacto de este plan social ha generado preocupación incluso a nivel estatal. El primer ministro Michel Barnier ha exigido explicaciones sobre el uso de los fondos públicos otorgados a Auchan y Michelin, empresa que también anunció recientemente el cierre de dos fábricas. "Es evidente que estos cierres son extremadamente preocupantes", declaró Antoine Armand, ministro de Economía, Finanzas e Industria.