Compra botellas de vino a 5 céntimos en una subasta por liquidez y hace su agosto cuando las revende a estos precios
La diferencia es considerable.
Algunos viñedos de Burdeos (Francia) están viviendo una situación realmente complicada. Así lo ha evidenciado el Château Grand Housteau situado en Saint-Germain-de-Grave, al sur de Gironda. Sometida a una liquidación forzosa, la finca vinícola tuvo que desprenderse de sus botellas de vino a un precio grotesco: 5 céntimos.
Château Grand Housteau vendió varios centenares de hectolitros por 7 euros. "No estamos a 750, 600 o incluso 500 euros por barril", lamenta en Sud Ouest Didier Cousiney, figura emblemática del colectivo de viticultores Viti 33. "Francamente, ya no tengo ni siquiera un adjetivo para describir este precio", añade.
También el Consejo Interprofesional del Vino de Burdeos (CIVB) muestra su decepción. "La situación es vergonzosa, inconcebible y moralmente insoportable", lamenta su vicepresidente, Bernard Farges, quien acusa a algunas personas de "buitres" por su comportamiento, mientras el sector vitivinícola se encuentra en plena crisis.
El Château Grand Housteau fue vendido a inversores extranjeros hace unos años y sus treinta hectáreas anteriormente cultivadas quedaron abandonadas. Como consecuencia, la finca entró en suspensión de pagos en 2023, antes de ser puesta en liquidación forzosa este invierno. La subasta de su equipo y stock de vino se celebró el 26 de septiembre.
Un pequeño comerciante muy afortunado
El medio francés informa de que el vino a granel de Château Grand Housteau ha sido adquirido por un pequeño comerciante, un antiguo viticultor de la región de Entre-deux-Mers, especialmente afectada por la crisis y donde muchas viñas están abandonadas.
Si bien no se ha revelado su identidad, el diario afirma que las botellas compradas por 5 céntimos se revenden por poco más de 5 euros, mientras que las garrafas de 5 litros se venden a 18 euros. Se trata de un margen muy importante, teniendo en cuenta el precio de compra, que ha enfadado a algunos miembros del consejo: "Que estas ventas pasen desapercibidas para la interprofesional es totalmente inaceptable ".
Desde julio, Farges denuncia la falta de certificación y control de calidad durante estas subastas y afirma haber aumentado el número de cartas este verano para concienciar a las autoridades.
Asimismo, teme que otros viñedos pasen por una situación similar, ya que se ha convertido en algo habitual: "Es un tema que antes era excepcional y que volverá a repetirse". Ante este escenario, la Confederación Campesina pide una rápida intervención de las autoridades públicas para evitar que las "ventas a precios de saldo" lleven a más bodegas a la quiebra.