Compara el precio del menú en una prisión con el del una escuela y concluye quién sale perdiendo de lejos
Tanto alumnos como presos tienen buzones para registrar sus sugerencias.
No tiene nada que ver el comedor de una escuela con el de una prisión en Finlandia. Mientras en el primero, la actividad humana es prácticamente constante; en el segundo, se pueden ver guardias de vigilancia a través de las ventanas.
El medio finés Iltalehti, ha visitado una prisión en Helsinki y un colegio público para comparar los menús del día. "La escuela primaria Vallila Primary School Taucher sirve comida preparada en la cocina central a aproximadamente 150 estudiantes diariamente. De media, la ración por estudiante cuesta 2,50 euros", reza la publicación.
Este centro educativo es propiedad del Ayuntamiento de la capital finlandesa, y "se marcó el año pasado un objetivo de ahorro de 3,1 millones de euros" para el funcionamiento del centro de servicios. Por ejemplo, "se han perfeccionado los métodos de explotación, y se trabaja con un mayor control de residuos".
En declaraciones recogidas por el medio, la gerente de unidad responsable de servicios de alimentación del Consistorio, afirma que "hemos podido cubrir la subida de precios de los alimentos con un incremento en presupuesto, y no hemos tenido que ajustar el menú".
En cuanto al presupuesto penitenciario, los costos se calculan en función del día de la comida. "Un día de alimentación incluye todas las comidas y sus costos, personal, limpieza, logística, empaque y otros costos fijos".
Tatja Kivimäki , experta especial de la Agencia de Sanciones Penales, declara para el medio que "el precio medio de la comida de un día ronda los 13 euros en las cárceles cerradas y los 11 euros en las abiertas (donde los prisioneros no están es aislamiento)". "La seguridad lo dicta todo para nosotros y eso también explica el coste de la comida".
De acuerdo a la información difundida, el contenido de los menús nutricionales es más variopinto en las escuelas que en las prisiones. Por ejemplo, tienen menús vegetarianos. En cambio, en la prisión de Helsinki, siempre hay carne o pescado para el almuerzo y la cena. Tanto los estudiantes como los presos, tienen sus propios buzones de sugerencias para compartir sus preferencias u críticas.
