Castillo de Belfast: la enorme mansión del siglo XIX que se conserva perfectamente
Tras su inauguración, el castillo se convirtió en la residencia del conde de Shaftesbury y su esposa.

El Castillo de Belfast, ubicado en la ladera de Cave Hill, es una de las atracciones más emblemáticas de Belfast. Construido entre 1867 y 1870, este castillo fue diseñado siguiendo el estilo Baronial escocés, una elección que refleja la influencia arquitectónica de la época. La firma Belfast Lanyon, Lynn y Lanyon fue la encargada de materializar este proyecto, aunque el arquitecto exacto sigue siendo un misterio, con nombres como Sir Charles Lanyon, WH Lynn y John Lanyon barajándose como posibles responsables.
La historia del Castillo de Belfast se remonta a mucho antes de su construcción actual. En las inmediaciones de Cave Hill, hubo otros castillos homónimos utilizados por familias de renombre, pero ninguno sobrevivió hasta la actualidad. La familia Donegall, propietaria de algunos de estos castillos, tenía un parque de ciervos en el terreno donde se erige la mansión actual. Este contexto histórico añade una capa de profundidad a la importancia del castillo en la región.
Tras su inauguración, el castillo se convirtió en la residencia del conde de Shaftesbury y su esposa. Sin embargo, la tragedia golpeó pronto, y el conde falleció apenas dos años después de mudarse. Su hijo adolescente, el noveno conde de Shaftesbury, heredó la propiedad y se convirtió en el último propietario privado del castillo. Durante su administración, el conde añadió la famosa escalera de piedra barroca a la fachada del jardín en 1894, una característica que sigue siendo uno de los elementos más destacados del castillo.
En enero de 1934, el noveno conde de Shaftesbury donó el Castillo de Belfast a la ciudad, marcando el inicio de una nueva era para la mansión1. A partir de 1945, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el castillo se abrió al público y desde entonces ha recibido miles de visitas cada año. Las instalaciones del castillo no solo son un atractivo turístico, sino que también se utilizan para eventos sociales y culturales, con salones disponibles para reservar.
El castillo cuenta con jardines bien cuidados que ofrecen vistas panorámicas de Belfast y sus alrededores. Estos jardines son un lugar popular para bodas y otros eventos especiales, proporcionando un entorno idílico para celebraciones. Además, el castillo alberga un restaurante y una tienda de regalos, lo que lo convierte en un destino completo para los visitantes.
La conservación del Castillo de Belfast ha sido una prioridad para la ciudad. Las restauraciones y el mantenimiento continuo aseguran que la mansión se mantenga en perfecto estado, permitiendo que las futuras generaciones puedan disfrutar de su belleza y aprender sobre su historia. La dedicación a la preservación del castillo es un testimonio del valor que la comunidad de Belfast otorga a su patrimonio cultural.