Canarias esconde un tesoro natural en forma de cascada de nubes que pocos conocen

Canarias esconde un tesoro natural en forma de cascada de nubes que pocos conocen

Una de las imágenes más genuinas del paisaje del archipiélago es generada por el efecto Foehn.

Caldera de Taburiente, en la isla de La PalmaGetty

En lo alto de las montañas de Canarias se esconde un espectáculo único: la cascada de nubes. Este fenómeno no es único de las islas, sin embargo, se ha convertido en uno de los paisajes más icónicos del archipiélago. 

En el corazón de La Palma, en el municipio de El Paso, se encuentra el Centro de Visitantes del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, uno de los lugares privilegiados del archipiélago para contemplar este espectáculo natural.

A 2.420 metros sobre el nivel del mar, entre El Paso y Garafía, se genera este fenómeno gracias al choque entre los vientos alisios y las montañas de la isla, y provoca que las nubes, como una cascada, caigan ladera abajo. A este fenómeno se le conoce como efecto Foehn.

Ver la cascada de nubes no es una tarea sencilla. Es un evento aleatorio y caprichoso, comparable a presenciar las auroras boreales en Islandia, una experiencia única e irrepetible.

Para disfrutar de este fenómeno, es necesario dirigirse al Centro de Visitantes del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Allí, desde una terraza estratégicamente ubicada, se puede contemplar este espectáculo natural, siempre y cuando la meteorología lo permita.

El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente es mucho más que la cascada de nubes. Con sus ocho kilómetros de diámetro y 1,5 kilómetros de profundidad, esta hendidura en el centro de La Palma ofrece senderos que atraviesan cascadas, exuberante vegetación y secretos por descubrir.

Titania
Titania
Santander

Otros lugares de Canarias donde se puede presenciar el efecto efecto Foehn son la Caldera de Tejeda y de Tirajana, en Gran Canaria y en los montes de Anaga, en Tenerife.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Mi nombre es Sara García Díaz, nacida el 09 de abril de 1992 junto a mi otra mitad, mi hermana gemela Andrea. Toda nuestra infancia fue feliz, rodeada de nuestra familia y nuestros hermanos hasta que en mayo de 2003 y tras la actitud negligente y más que cuestionable de los entonces mandatarios del Ministerio de Defensa, mi hermano montó en un avión para volver de una misión de paz en Afganistán y nunca llegó a casa. Desde entonces ha sido una lucha diaria para que se sepa la verdad. Nunca nos hemos rendido y hemos seguido luchando por nuestro hermano. Me dedico al diseño gráfico tras finalizar mis estudios con una de las mejores notas de mi promoción y trabajo en una revista de mi Comunidad Autónoma.