Bulgari teme por el destino final del botín de joyas robadas en una tienda de Roma
Preocupa el paradero de las joyas valoradas en 800.000 euros en la capital italiana.
Una de las joyerías que tiene Bulgari en Roma, en vía Bocca di Leone, sufrió la noche del 2 al 3 de octubre un robo de joyas valoradas en 800.000 euros. La preocupación de los investigadores, ahora, radica en saber el destino de estas valiosas piezas. Los expertos temen que se pueden perder en el mercado negro o que, incluso, acaben fundidas.
El capitán Giuseppe Giangrande lidera la investigación del robo. Con experiencia en casos similares, el policía señala a Il Messagero di Roma que los ladrones, en robos de este tipo, siempre intentan deshacerse lo más rápido posible de los bienes robado y, así, evitar su localización. De acuerdo con las explicaciones de Giangrande, normalmente echan mano de varias técnicas para "limpiar" las joyas robadas y que no se les pueda seguir el rastro.
"En una investigación anterior, descubrimos que habían empeñado algunas joyas haciendo uso de documentación falsificada. Otras, se vendían a 'Compradores de Oro' para que las fundiesen", señala el agente. En ese caso, además, se vio involucraba una mujer, detenida por la venta de objetos robados y lavado de dinero, que se había convertido en toda una experta en la reventa de joyas robadas para "limpiarlas".
Este tipo de robos, según Giangrande, funciona como la cadena de montaje en una factoría, con distintas personas especializadas en las diferentes fases del crimen. "Los ladrones rara vez se encargan de vender las joyas. Confían en intermediarios que tienen conexiones con el mercado negro o establecimientos que compran oro", añadió.
Fundir o desarmar las joyas robadas reduce significativamente su valor, ya que se pierde la firma y el diseño originales. Sin embargo, es un riesgo que están dispuestos a tomar para evitar su captura. "La prioridad de los criminales es deshacerse de las joyas lo antes posible, incluso si esto significa una gran depreciación", explica Giangrande al periódico italiano. "Cada día que pasa aumenta el riesgo de ser descubiertos" y "si no actuamos con rapidez, es probable que las joyas desaparezcan para siempre en el mercado negro", señala el investigador al medio citado.
Las investigaciones para atracos de esta magnitud pueden prolongarse hasta un mes, en ese tiempo se realizan vigilancias constantes y se planifican rutas de escape detalladas. "El desafío más grande es identificar rápidamente a los autores para poder interceptar sus comunicaciones y rastrear la disposición de las joyas robadas", asegura el policía.