Así es el perro de agua, el can español con raíces andaluzas
En Andalucía, es conocido como “perro turco andaluz” o “Luffy”.
El perro de agua español es una raza canina que ha sido utilizada tradicionalmente en una variedad de roles, incluyendo el pastoreo, la ayuda en barcos y la caza. Esta raza tiene una historia rica y diversa, con fuertes vínculos genéticos con otras razas de agua como el perro de agua portugués, el poodle, el perro de agua francés, el lagotto italiano y el perro de agua irlandés. La teoría más aceptada sobre su origen sugiere que fue introducida en Europa durante la invasión islámica de la península ibérica en el año 711, estableciéndose principalmente en Andalucía.
A lo largo de los siglos, el perro de agua español se ha adaptado a diversas funciones. En Andalucía, es conocido como “perro turco andaluz” o “Luffy”, mientras que en Extremadura se le llama “Churrino”. Estos perros han sido utilizados como pastores, cazadores y ayudantes de pescadores, y su versatilidad les ha permitido desempeñar múltiples labores tanto en el campo como en entornos urbanos y deportivos. Son conocidos por su capacidad para el trabajo de salvamento, detección de drogas y cebos envenenados, así como para la terapia y el trabajo de obediencia y agilidad.
El reconocimiento oficial de la raza por parte de la Real Sociedad Canina de España no llegó hasta principios de la década de 1980. En 1982, tras su presentación en la Exposición Canina Mundial de Valencia, la raza fue reconocida provisionalmente, y en 1985 se le otorgó el reconocimiento definitivo. A nivel internacional, la Federación Cinológica Internacional admitió la raza de forma provisional en 1986 y la aceptó definitivamente en 1999, permitiendo que los perros de agua españoles compitieran por el título de Campeón Internacional.
El perro de agua español es de tamaño mediano, atlético y robusto, con una cabeza fuerte y elegante. Sus ojos son expresivos y de color avellana, castaño o marrón oscuro, y sus orejas caen a la altura media del cráneo. Los colores de su pelaje pueden variar entre negro sólido, beige, marrón o blanco, y también pueden ser bicolores o multicolores. Según el estándar de la raza, estos perros son fieles, obedientes, alegres, laboriosos, valientes y bien equilibrados. Tienen instintos naturales de guarda y caza muy desarrollados, lo que los hace aptos para el trabajo y el juego.
La socialización temprana y continua es esencial para que el perro de agua español sea equilibrado y sociable. Deben ser expuestos a diversas situaciones cotidianas, así como a diferentes personas y animales, para que puedan cohabitar con niños pequeños y ser perros de compañía confiables. Su disposición para el adiestramiento los hace ideales para equipos de salvamento y rescate, y han participado en operaciones de rescate en desastres naturales como el huracán Mitch. También son utilizados por la Guardia Civil en la búsqueda de drogas y explosivos en aeropuertos, puertos y aduanas.
En el ámbito deportivo, los perros de agua españoles han logrado destacarse en el mundo del agility, con algunos campeones de España y un subcampeonato mundial en Finlandia. El agility es una combinación de competición y espectáculo abierta a toda clase de perros, donde la cooperación y la amistad entre el perro y su propietario son fundamentales. Además, debido a su aspecto de peluche y su carácter activo, inteligente, alegre y equilibrado, estos perros han ganado popularidad como animales de compañía, especialmente en el norte de Europa y Estados Unidos.