Así es Centralia, el pueblo abandonado que arde por dentro

Así es Centralia, el pueblo abandonado que arde por dentro

Ha sido una fuente de inspiración para la cultura popular, apareciendo en libros, películas y videojuegos que exploran su atmósfera inquietante y su historia trágica.

Centralia

Centralia, que alguna vez tuvo una población de más de 1.000 personas, ahora cuenta con menos de una decena de residentes. Las calles están desiertas, y muchas de las casas han sido demolidas. Los edificios que quedan están en ruinas, y el paisaje está marcado por grietas en el suelo de las que emanan gases tóxicos. La temperatura del suelo en algunas áreas es tan alta que el asfalto se derrite, y el aire está impregnado de un olor a azufre.

El gobierno de Pensilvania ha intentado varias veces apagar el incendio, pero todos los esfuerzos han sido en vano. En 1984, el Congreso de los Estados Unidos asignó más de 42 millones de dólares para reubicar a los residentes. La mayoría aceptó la oferta y se mudó a lugares más seguros. Sin embargo, algunos se negaron a irse, aferrándose a sus hogares a pesar del peligro.

Para aquellos que deseen visitar Centralia, es importante tener en cuenta varios trámites y procedimientos. Primero, es crucial obtener permiso, ya que muchas áreas están cerradas al público debido a los riesgos. Las autoridades locales recomiendan contactar con el Departamento de Protección Ambiental de Pensilvania para obtener información actualizada sobre las zonas seguras y las restricciones vigentes.

Además, los visitantes deben estar preparados para las condiciones peligrosas. Es aconsejable llevar equipo de protección, como mascarillas para evitar la inhalación de gases tóxicos y calzado resistente para caminar sobre terrenos inestables. Las visitas deben ser breves y siempre acompañadas de guías locales que conozcan bien el área.

El incendio de Centralia ha tenido un impacto significativo en la infraestructura del pueblo. Las carreteras están agrietadas y deformadas, y muchas de las tuberías de agua y gas han sido destruidas. Esto ha hecho que la vida diaria sea extremadamente difícil para los pocos residentes que quedan. A pesar de estos desafíos, algunos se niegan a abandonar el lugar que han llamado hogar durante generaciones.

El futuro de Centralia es incierto. Los expertos creen que el incendio podría continuar ardiendo durante otros 250 años, consumiendo lentamente las vetas de carbón subterráneas. Mientras tanto, el pueblo sigue siendo un recordatorio sombrío de los peligros de la minería del carbón y la fragilidad de las comunidades humanas frente a los desastres naturales y provocados por el hombre.

En términos de datos relevantes, el incendio ha afectado aproximadamente 400 acres de terreno y ha causado la evacuación de más de 500 hogares. Las temperaturas subterráneas pueden alcanzar hasta 1,000 grados Fahrenheit, lo que hace que cualquier intento de extinción sea extremadamente peligroso y costoso. Las autoridades han estimado que el costo de apagar el incendio por completo sería de cientos de millones de dólares, una cifra que ha disuadido cualquier esfuerzo serio en esa dirección.

Centralia también ha atraído la atención de investigadores y turistas curiosos. El pueblo ha sido objeto de numerosos estudios científicos que intentan comprender mejor la dinámica de los incendios subterráneos y desarrollar métodos más efectivos para controlarlos. Además, ha sido una fuente de inspiración para la cultura popular, apareciendo en libros, películas y videojuegos que exploran su atmósfera inquietante y su historia trágica.

Para aquellos interesados en la historia y la ciencia detrás de Centralia, hay varios recursos disponibles. El Museo de la Minería de Pensilvania ofrece exposiciones detalladas sobre la historia del pueblo y el impacto del incendio. También hay tours guiados que proporcionan una visión más profunda de los desafíos que enfrentan los residentes y los esfuerzos para mitigar los efectos del incendio.