Se va al arroyo a pescar truchas y tropieza con algo entre las piedras que obliga la intervención urgente de arqueólogos

Se va al arroyo a pescar truchas y tropieza con algo entre las piedras que obliga la intervención urgente de arqueólogos

Se cree que la escultura, escondida durante siglos bajos las aguas del río Sar, fue transportada por la fuerza del agua a un punto visible durante una inundación.

Un pescador encuentra una talla de piedra de una Virgen gótica en el río Sar, en Galicia.Europa Press/Xunta de Galicia

Fernando Brey Quintela, natural de Loimil pero afincado por razones laborales en Santiago de Compostela, se encontraba pescando truchas en el río en el paraje de Conxo cuando se topó con lo que parecía una extraña piedra cubierta de musgo. Sin embargo, el hallazgo acabó movilizando a los arqueólogos. 

El descubrimiento, realizado en 2020, resultó ser una talla de una Virgen gótica, probablemente del siglo XIV. Iba absorto, mirando al río, y, por eso, no vio la talla hasta que se tropezó con ella. "Te tienes que fijar. Es un bulto muy grande. Si no, le pasas por encima", explicó entonces.

Se cree que la escultura, escondida durante siglos bajos las aguas del río Sar, fue volcada y transportada por la fuerza del agua a un punto visible durante una inundación. Tras el descubrimiento, fue trasladada al Museo de Peregrinación de la capital gallega, donde fue "depositada y estudiada en profundidad para determinar su valor patrimonial", según detalló entonces el Faro de Vigo. 

Realizada en granito, la escultura está tallada en cuatro de sus cinco caras y representa a una virgen entronizada con el Niño. A ambos lados, sobre sus hombros, surgen dos ángeles y aunque están bastante desgastados, es posible apreciar el rostro y la mano de cada uno de ellos sujetando algún objeto o incluso el propio manto de la Virgen.

"Nos mojamos pero la pieza es impresionante. Más incluso después de haberla visitado de nuevo con el conselleiro y responsables de Patrimonio", explicó entonces el presidente de Apatrigal, Carlos Henrique Fernández Coto, tras participar en la expedición que marcó el inicio de la retirada de laVirgen del cauce fluvial del Sar y su traslado al Museo das Peregrinacións. 

La talla,de entre 150 y 200 kilos, está "mutilada de cabeza, desacralizada”. En una de las figuras infantiles que incluye el conselleiro se dio cuenta de que hay un “botafumeiro” de 6 centímetros, detalló.