Un arqueólogo vacía una ánfora recién descubierta de hace 2.300 años repleta de comida de alta calidad
El descubrimiento ha tenido lugar en Sicilia (Italia).
En el Monte Sant'Angelo se encuentra uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Sicilia: la antigua ciudad de Finziade. Allí ha sido donde se acaba de localizar un ánfora de 2.300 años de antigüedad que estaba llena de restos de comida de alta calidad.
En concreto, en el recipiente se han hallado espinas de pescado en excelente estado de conservación. Se trata de un descubrimiento único que puede ser muy relevante para comprender cuáles eran los hábitos alimentarios y las técnicas de conservación de los productos pesqueros en la antigüedad.
En concreto, lo encontrado en la ánfora podría tratarse de restos relacionados con la producción de liquamen o garum, dos de los condimentos más populares en esa época. Tal y como recoge el medio de comunicación italiano Stile Arte, el garum y el liquamen eran condimentos fermentados de pescado que se elaboraban macerando en salmuera pescado pequeño, vísceras y, a veces, hierbas.
La diferencia entre ambos condimentos estaba en la fase de elaboración. El garum era el líquido filtrado de alta calidad, muy apreciado y a menudo exportado en ánforas. Sin embargo, el liquamen era un producto menos refinado, más turbio y utilizado como alternativa más barata.
No obstante, hay otra teoría sobre lo que podrían ser los restos de comida localizados en la valiosa ánfora. Podría tratarse de pescado salado, que era una forma de conservación habitual en el Mediterráneo antiguo que servía tanto para el consumo local como para el comercio. Al colocarse capas alternas de sal gruesa sobre el pescado, se lograba retrasar la descomposición, lo que permitía que el producto fuera transportado a largas distancias.
