Aparece la policía para obligarlo a hacer guardias y acaba teniendo que coger una baja
El desierto médico, una realidad que afecta a muchas zonas rurales de Francia, vuelve a poner en evidencia la fragilidad del sistema de salud en comunidades pequeñas.
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Desde el pasado 21 de enero, los 450 habitantes de Bully, un pequeño pueblo de la región del Loira, en Francia, han quedado sin consultorio médico. La única doctora del municipio, que asumía la atención de unos 1500 pacientes, se encuentra de baja tras recibir una orden de requisa para realizar guardias nocturnas y de fin de semana. La medida, ejecutada por gendarmes en plena consulta, dejó a la profesional en estado de shock.
Durante los últimos seis meses, la médica gestionó sola el consultorio después de la marcha de su colega. Ante la creciente sobrecarga laboral, decidió en enero no cubrir más turnos de guardia, lo que llevó a la Agencia Regional de Salud (ARS) a intervenir. Maxime Audin, subdirector de la delegación de la ARS en el Loira, declaró al diario Le Progrès: “Propuse al prefecto emitir una orden de requisición para garantizar el acceso a la asistencia sanitaria de los residentes”.
La orden de requisa fue entregada por los gendarmes mientras la doctora atendía a sus pacientes, un hecho que, según sus colegas, desbordó su capacidad emocional. Rodolphe Calandry, director de la asociación de centros de salud del Marais, señaló: “La requisa fue el colmo que la llevó a tomar la baja médica. Es una situación insostenible”.
La médica había advertido previamente a la ARS sobre su negativa a cubrir guardias adicionales, confiando en que la agencia encontraría una solución. Sin embargo, la presión institucional terminó forzando su retiro temporal.
Para mitigar la crisis, otro médico acudirá al consultorio dos días a la semana, pero los vecinos y autoridades temen que esta situación desaliente a otros profesionales de establecerse en Bully. Mireille Brunelin, teniente de alcalde, expresó su preocupación: “Cuando ves que un gendarme interviene para obligar a un médico a trabajar, ¿qué joven querrá venir a un pueblo pequeño?”.
Los habitantes, como Jeanne Battisti, que llegó al pueblo en julio de 2023, también temen quedarse sin atención médica. “El médico nos aceptó al llegar, pero si cierra definitivamente, será complicado encontrar otro”, afirmó.
En la región, el problema se agrava: dos de los siete médicos locales han anunciado su retiro este año debido a la excesiva carga de trabajo. El desierto médico, una realidad que afecta a muchas zonas rurales de Francia, vuelve a poner en evidencia la fragilidad del sistema de salud en comunidades pequeñas.