Apagón del Times Square de Vigo
Una idea de Abel Caballero que después de siete años ha caído en el olvido.
Siete años después de su inauguración, la rotonda de Vigo que el alcalde Abel Caballero prometió que se iba a convertir en el Times Square de la ciudad más poblada de Galicia, en el cruce que une las calles Rosalía de Castro con Serafín Avendaño, parece condenada a la más absoluta de las indiferencias. Lo que debía ser una obra emblemática y moderna, por la pantalla de 360 grados de luces LED que se instaló en la glorieta, pasa la mayor parte de las jornadas apagada, a oscuras, y sin que la fuente que la rodea eche agua.
Desde su inauguración en julio de 2017, la ciberfuente ha sido motivo de controversia. El regidor vigués, popular por su discurso en inglés durante el encendido de las luces de Navidad en Vigo, consiguió llamar la atención de todos los medios con la inauguración de esta moderna rotonda, pero con el paso de los años, el interés y el uso de la misma ha ido decayendo hasta, com señala El Debate, que los vigueses ahora la llaman "otra de Abel".
La glorieta, cuyo coste ascendió a 95.000 euros, incluida la pantalla LED de 360 grados de 40.000 euros que le ha dado la fama, formó parte de las obras de humanización de la calle Rosalía de Castro. Pero desde entonces, la "televisión circular" ha estado encendida más bien poco y los chorros de la fuente que la acompañan permanecen inactivos. Una situación que vecinos y comerciantes prefieren tomárselo con ironía, aunque los hay que muestran su enfado por el alto coste de una infraestructura que ha caído en el olvido.
"¿Será porque vivimos en Galicia y el agua escasea?", bromea uno de los responsables de un negocio del entorno respecto a que la fuente esté apagada. "La obra ya está hecha y ha supuesto una inversión, pues ahora que la utilicen", apunta otro vecino. “¿La rotonda? Una vergüenza; está sin agua y no la suelen encender”, comenta otro residente.
En su día, Abel Caballero planteó aprovechar la pantalla de 360 grados y la ubicación para la retransmisión de grandes eventos, como partidos de fútbol, pero la ocurrencia cayó en el olvido, como la rotonda. Es más, en su día, la rotonda se vio envuelta en otra polémica, esta vez porque las imágenes que proyectaba podían distraer a los conductores.
Aunque hay quien reconoce que el regidor vigués ha embellecido la ciudad y la ha dado a conocer con sus ocurrencias, otros consideran que no era necesaria la inversión en la rotonda porque el dinero podría haberse destinado a otras cuestiones más importantes.
