Alquila su casa a un matrimonio y en la mudanza se cuelan 8 personas más al piso: ahora tiene la casa llena de okupas
Al final 1+1 eran ocho.
Sorprendente historia la llegada desde Girona y que ha saltado a las páginas de la prensa extranjera. Se trata de la compleja situación a la que se enfrentó un casero, Josep Maria Amargant, después de lo que él creía que era alquilar una vivienda a un matrimonio. La historia ha tenido tanta repercusión que ha llegado al medio galo L'Independent.
Lo que él creía que eran "clientes" perfectos resultó ser muy distinto, pero no lo supo hasta meses tarde, cuando otros residentes del edificio le trasladaron que no eran solo dos. En realidad había 10 personas allí.
Más tarde, contactado con los servicios del Ayuntamiento, el propietario comprendió la magnitud de lo ocurrido. En la dirección del inmueble que arrendó había registradas 10 personas.
¿Cómo puede ocurrir algo así?
En este sentido, y según recoge el citado medio en referencia a la legislación catalana, "el ayuntamiento puede verificar la residencia real y no es competente para juzgar cuestiones de propiedad privada. El registro es independiente de las condiciones de residencia o de problemas legales y privados".