Adoptan a una perra y a los tres días la devuelven al refugio: la razón encoge el corazón
Cuesta creerlo.
En solo 72 horas, Caramel pasó de la felicidad de ser adoptada a la desolación de regresar a la caja del refugio. Esta perra, como tantas otras, sufrió la falta de paciencia de sus adoptantes, quienes no le dieron tiempo para adaptarse a su nuevo hogar. Su historia es un ejemplo doloroso de cómo las expectativas poco realistas pueden afectar a los animales rescatados.
"Caramel está en nuestro refugio desde agosto", comenta Jan Vega, voluntario del refugio de animales Carson, en Gardena, California. "Llegó como una perra callejera, y tristemente, su familia nunca vino a buscarla". Sin embargo, tras dos meses de espera, parecía que había encontrado un hogar definitivo cuando un amante de los animales decidió adoptarla.
Vega tenía esperanzas: "Pensé que esta persona comprendía la responsabilidad que implica adoptar un perro de un refugio. Realmente creí que no volveríamos a ver a Caramel". Pero menos de tres días después, la perra fue devuelta. El motivo sorprende: "dijeron que era demasiado cachorra, difícil de manejar". Caramel, una perra de menos de dos años, probablemente estaba llena de energía acumulada tras pasar tanto tiempo en una jaula.
Para Caramel, regresar al refugio fue un golpe devastador. "Estaba asustada, con el rabo entre las piernas", relata Vega. "El refugio puede ser un lugar muy ruidoso y aterrador para los perros. Estoy preocupado por cómo esta experiencia la ha afectado".
La situación de Caramel se vuelve aún más angustiante, ya que el refugio donde se encuentra, debido a la sobrepoblación, contempla la eutanasia como una medida para controlar el número de animales. "Si no encontramos a un adoptante o a un centro de rescate que pueda acogerla, es posible que Caramel no salga del refugio", advierte Vega.
La historia de Caramel es una lección para todos aquellos que consideran adoptar a un perro de un refugio. Traer un animal rescatado a casa requiere paciencia y tiempo para permitirle adaptarse a su nuevo entorno. Adoptar un perro no es solo un acto de amor, sino un compromiso a largo plazo que salva vidas, pero que también exige responsabilidad.