Adiós al cemento de toda la vida: el proyecto español que cambiará el panorama del hormigón

Adiós al cemento de toda la vida: el proyecto español que cambiará el panorama del hormigón

El sector de la construcción es uno de los más contaminantes en el planeta.

CementoGetty Images

El momento decisivo al que nos encaminamos en lo que respecta al anunciado desde hace años -y ya palpable- cambio climático, ha provocado que durante los últimos tiempos, la imaginación y creatividad humana jueguen un papel imprescindible en la labor de buscar alternativas sostenibles y que supongan un cambio sustancial en numerosos aspectos y sectores que, a día de hoy, no se encuentran preparados ni adaptados para una transición ecológica a la altura de lo exigido.

En este sentido hay que destacar uno de los sectores que más emisiones de CO2 emite a la atmósfera, como es el de la construcción. De acuerdo con datos oficiales, estas emisiones suponen un 8% de todas las generadas en el planeta, por lo que atajar el problema es una prioridad en el sector.

Estas altas emisiones tienen un claro responsable: el cemento. Y es que, el cemento Portland, el más utilizado por los profesionales de la construcción debido a sus innumerables ventajas, también cuenta con una cara oscura, que son las ingentes emisiones contaminantes que vierten al planeta.

Pero, ¿por qué ocurre esto? La respuesta la encontramos en los materiales empleados para la construcción, ya que este cemento, que está presente en casi todos los hormigones del mundo, es una mezcla de cemento, agua, arena y grava. Pero el problema va más allá, ya que para fabricarlo se usa caliza, cuyas emisiones al calentarla a muy alta temperatura junto a otros minerales, provocan gran parte de las emisiones.

Pero otro hándicap importante se encuentra en el hecho de que el 60% de esas emisiones son generadas por la propia caliza, por lo que destacan que es casi imposible limitarlas. Para ello, tan solo se podría sustituir parte del cemento Portland por otros materiales, aunque esto supondría un retraso considerable en todas las construcciones, ya que tardaría más en fraguar, por lo que retrasaría los plazos y encarecería el precio final.

Así, el proyecto impulsado por la Universidad de Málaga, que contará con financiación europea, podría cambiar de forma la industria y con ella resolver esta grave problemática. De acuerdo con lo expuesto por el catedrático de Química Inorgánica Miguel Ángel García Aranda en El Confidencial, durante "los próximos años vamos a tener que construir mucho, tanto aquí como en los países en desarrollo, así que algunos investigadores nos planteamos cómo evitar unas emisiones que son prácticamente inevitables”, de forma que se pusieron a investigar para dar con una solución acorde.

Así, el Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés), comunicó que  la Universidad malagueña contará con una ayuda denominada 'ERC Advanced Grant', siendo esta una de las más importantes que concede Europa. Pese al optimismo, García Aranda afirma que el cemento Portland "es el mejor con muchísima diferencia porque endurece pronto y nos permite quitar los encofrados rápido”, por lo que será una labor tediosa encontrar una alternativa que cuenta con mejores características y se pueda adaptar igual o mejor que el Portland.

Además, destaca que el producto utilizado actualmente cuenta con una resistencia inigualable, además de una durabilidad de mínimo 100 años y por último y también muy importante, se trata de la alternativa más barata

Entre las opciones más extendidas y ajenas al cemento Portland se encuentran algunas que emplean un 50% de este cemento, mientras que el resto de materiales usados son mucho más respetables con el medioambiente, aunque aquí aparecería un nuevo problema, que en palabras del experto se resumen en que "normalmente, los encofrados se quitan en un día, pero estos que son bajos en emisiones pueden requerir hasta tres días, así que no son competitivos”.

En busca del Santo Grial de la construcción

Con todo, el proyecto de la Universidad de Málaga busca resolver esta problemática, y de acuerdo con los avances obtenidos a día de hoy, lo más 'fácil' sería acelerar la mezcla del cemento con el agua: "Hay muchos, pero casi todos dan problemas, así que nosotros solo vamos a trabajar con dos que, al menos, no perjudican la durabilidad", aseguró.

En primer lugar estaría un grupo de compuestos químicos orgánicos que se llaman alcanolaminas. Este mecanismo es muy complejo y tendría que seguir sometiéndose a estudio para comprender bien su funcionamiento.

Titania
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Santander

Por otro lado, estaría la utilización de determinadas nanopartículas, que se encuentran en un punto parecido, aunque estas son "inocuas" y muy eficaces, ya que surgen cuando el cemento fragua. Así, la clave estaría en poder mejorar los procedimientos para conseguir unos resultados mucho mejores, de forma que la solución final podría ser la combinación de todos estos elemento, según informó García.