5 palabras españolas que arrasan en Rusia desde hace décadas
Varias se han popularizado debido a la influencia de la música y series de televisión.
Flamenco, ole, toros, paella, sangría. Son algunas de las palabras con las que los extranjeros asocian con España. El clima y la geografía de nuestro país ha supuesto que estos términos se hayan popularizado fuera de nuestras fronteras, pero también hay otros que son comunes escuchar en lugares tan remotos como Rusia.
Más allá de “adiós”, “amigo” o “amor”, tal y como resaltan en el medio Russia Beyond, los rusos conocen otras palabras en español fruto del proceso de globalización y de la influencia de la música y series de televisión.
Despacito
Dado el éxito de la canción Despacito de Luis Fonsi, mundialmente conocida y que también triunfó en Rusia, en Rusia se puso de moda introducir esta palabra en una conversación, si bien, como argumenta el citado medio, son pocos los que conocen su significado.
Hijo de p…
Tal y como argumentan en Russia Beyond, la popularización de las series mexicanas en la URSS y Rusia durante la década de los 90 hizo que este insulto también se instaura en el vocabulario de los oriundos del país.
Basta
Sumado a ello, la palabra ‘basta’ también es habitual y es que muchos son los rusos que la emplean sin reparar que se trata de un término español.
Cucaracha
“La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…” De acuerdo a Infobae, de acuerdo a diversas generaciones, la canción tiene su origen en la Revolución Mexicana, pero otros afirman que proviene de tiempo atrás, concretamente de Europa en 1818.
El tema llegó a la URSS en los años 30. Se hizo tan popular que se creó una variante rusa. En la misma, la “cucaracha” es el nombre de una mujer despechada que promete “sacarle los ojos” al que le está causando ese mal para demostrar que es una auténtica cucaracha.
No pasarán
La frase de la Pasionaria también se emplea en Rusia, pero en contextos muy alejados del plano político. “No pasarán”, es común que digan los rusos para desear suerte en un examen, en un proceso de selección o cuando tienen que plantar cara a un jefe, por ejemplo.